Por Joel Morales/WYOMING, MI
Emerson Asencio, de 23 años de edad, residente de la ciudad de Kentwood y oriundo de Jutiapa, Guatemala, le dijo a El Informador el martes 5 de diciembre que salió de su tierra natal hace cuatro años, dejando atrás a sus padres, abuelos, amistades y todo lo que conocía en busca de un mejor futuro en Estados Unidos.
De acuerdo con la Oficina de Estadísticas de Trabajo de Estados Unidos, el trabajador hispano forma parte de los 29 millones de obreros latinos en el país y de lo que se proyecta aumentará a 35.9 millones para el año 2030.
De igual manera y como empleado de la construcción, Asencio cae entre los cinco ramos de mayor uso de la mano de obra hispana (35.7%), los otros cuatro siendo la ganadería, la pesca y la silvicultura (43%), limpieza y mantenimiento de edificios y terrenos (37.9%), la preparación y servicio de alimentos (27.3%) y el transporte y movimiento de materiales (23.9%).
Al conocer al joven mientras colocaba pipa de fibra por debajo de la avenida Clyde Park en Wyoming con otros 15 compañeros de trabajo, nos dijo que era agricultor en su país de origen, sembrando y cosechando maíz, frijol y jocote (una fruta de Guatemala), lo que solo le daba para comer.
«La necesidad a veces hace que uno tome valor para tomar ciertas decisiones», dijo el guatemalteco. «La mía fue por razones de escasos recursos», agregó.
El hispano dijo que el equipo comenzó a instalar la tubería de 300 pies cada una debajo de la avenida la semana pasada pero que al atorarse a media calle por el concreto que se encuentra debajo de la calle, tuvieron que sacarla y reemplazarla con otra. Dijo que estarán yendo de vecindario en vecindario por toda la ciudad, colocando la fibra óptica, que servirá para proveerle a los residentes con servicio de Internet de alta velocidad.
Hoy día muchas comunidades incluyen el Internet de alta velocidad como parte de su presupuesto, como una necesidad. Con la alta velocidad los residentes pueden obtener rápidamente la información que necesitan para mantenerse seguros, y los municipios y los cuerpos policíacos pueden enviar información rápidamente a través del Internet.
Los trabajadores nos dijeron que empiezan sus tareas laborales todos los días entre las 7:30 am y ocho de la mañana, excepto cuando llueve y que no tienen hora de salida, pero que usualmente terminan de trabajar a las 7 pm. Dijo que la compañía en la que están trabajando los trata muy bien, les da sus descansos y sus lonches.
También conocimos a Santiago Velázquez, originario de Celaya, Guanajuato, México, quien nos dijo que lleva ocho años viviendo en Estados Unidos, siempre trabajando en las afueras.
«Me gusta este tipo de trabajo», dijo Velázquez, mientras explicaba lo que hacía la máquina perforadora horizontal que operaba, que era agarrar la pipa y colocarla debajo de la superficie. «Se me hace mejor que estar encerrado», agregó.