Opinión por Héctor Loya
La comunicación, es considerada uno de los pilares de toda relación; y es el proceso por el cual se intercambian sentimientos e información, mediante mensajes verbales y no verbales. Es la clave para el bienestar de toda relación.
Para muchos una buena comunicación comienza por uno mismo; esos espacios de análisis y reflexión, que permiten analizar nuestras acciones y tomar decisiones, también deben ser la base en la que estructuramos nuestros mensajes, y la forma en que deseamos comunicarnos.
El ritmo diario de nuestros tiempos, ha llevado a que erróneamente, se den por hecho situaciones que para algunos, pueden ser superfluas; sin embargo, comunicar e involucrar a la pareja, es fundamental para ir generando confianza y unidad.
Nuestra capacidad de comunicación satisface necesidades, y facilita el entendimiento, lo que construye un proceso que permite dar fortaleza y duración a toda relación.
La práctica de la comunicación, ofrece tantas opciones, que sin duda podemos hacer de ésta un proceso que dure toda la vida. Lo mismo con mensajes escritos o de audio, con actitudes, movimientos, y con espacios de diálogo, que propicien un ambiente relajado para compartir las experiencias diarias, o los problemas y adversidades; así como los logros y buenos momentos.
La buena comunicación en pareja, así como entre padres o entre hermanos; una adecuada comunicación con los hijos, los amigos, los socios, o compañeros de trabajo, y con otros seres humanos, se basa en la confianza y buen entendimiento y el respeto; sin embargo , la sobre comunicación, también puede ser dañina, conversaciones laborales o competitivas, en lugar de emocionales, pueden dañar el vínculo.
Siempre es un buen momento para cambiar y abrir la comunicación, con miras a fortalecer nuestras relaciones familiares, de amistad y personales.