Editorial por Luis Molina
Si todo lo que brillara fuera oro todos fuéramos millonarios, pero bien sabemos que no todo lo que brilla tiene valor. Hay cosas que brillan y no son más que algo vano porque no posee ningún valor.
Hoy en día vemos tanta falsedad en las redes donde muchos proyectan una imagen tratando de aparentar que tienen dinero, que son famosos, que la belleza lo es todo y bueno la lista es larga, pero en realidad muchas de esas personas están vacías, carecen de un simple like y en la mayoría de veces no tienen nada de las posesiones y bienestar económico que aparentan.
Muchas de tales publicaciones lo único que dejan ver es como carecen de amor propio, de autoestima baja y de la necesidad de tener verdaderos amigos que les den un buen consejo.
No estoy diciendo que tener posesiones sea malo, lo malo es aparentar lo que no tenemos y la mayoría de veces quien de verdad tiene no enseña y el que con amor y empeño se aferra a tener dinero es quien más presume y menos tiene.
Hoy en día hasta hay profesionistas que con carreras carecen de amor propio y prefieren que la gente les aplauda en vez de buscar su estabilidad emocional tanto en ellos como en su familia, prefieren aplausos de la gente, gente que al final el día que necesiten de ellos te darán la espalda.
Es triste que muchas veces publiquen hasta un simple pantalón de marca, unos tristes lentes de marca que compran y todo eso no hace más que generar un espíritu de competencia y deseo egoísta en los jóvenes para que vayan tras cosas que muchas veces no pueden tener.