Por Joel Morales
El Informador
KALAMAZOO, MI
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Como consecuencia de los ataques en contra de los inmigrantes después de las elecciones presidenciales y las pasadas semanas, 10 restaurantes de propietarios nacidos en el extranjero se unieron en un evento conocido como “Comiendo Juntos” (Dining Together) el pasado fin de semana en Kalamazoo, para celebrar y reconocer la validez de los mismos.
Entre los participantes hubo un restaurante de comida mexicana, uno de comida del medio este, uno de comida griega y uno de comida de la India.
“Quise participar en este evento porque, así como mis padres llegaron de México con sueños, uno igual los tiene”, nos dijo Esteban Blanco, dueño de El Gallo Blanco, ubicado en la 2838 de la calle Portage. “Sin inmigrantes, Estados Unidos sería un país muy aburrido”, agregó.
Durante nuestra visita al restaurante mexicano el domingo, 5 de febrero, conocimos a Francisco Vega y a su hija Hilda, que por coincidencia llegaron hacer pedidos de comida minutos aparte.
“Está mal lo que está pasando. El gobierno debería ayudar a la comunidad hispana que es la que levanta al país”, dijo Vega, a lo que su hija interpuso, “No había visto tanto racismo aquí en Kalamazoo hasta ahora. Uno espera eso de los niños, pero no de los adultos, quienes son de los que los niños aprenden. Hasta en el trabajo la gente ha cambiado mucho, con un compañero diciendo el otro día, “Supongo que todos los mexicanos van a tener que regresarse a México”.
En visitar a Shawarma King, un restaurante de comida del medio este, lo encontramos lleno a capacidad con personas blancas, chinos y de otras razas, todos conviviendo juntos.
“Este es un negocio familiar, toda persona que entra por las puertas de este restaurante forma parte de esta familia y no quiero que nadie de la familia sufra daños”, dijo Nidal Awad, propietario del lugar de comida y originario de Palestina. “Antes de emplear a alguien les digo que hay que servir y respetar a todos los clientes, pero que, si sienten que no lo pueden hacer, no los queremos aquí”, agregó.
Mientras entrevistábamos a Awad, el dueño saludaba de nombre a cada persona que entraba por las puertas de su restaurante y a cada persona que salía. Hasta nos llevó a la cocina donde nos mostró un pedazo de pared junto a la ventanilla de pedidos con decenas de nombres escritos de clientes, que dijo era para poder recordar y llamarlos por sus nombres.
“Nosotros comemos en todos los restaurantes étnicos”, dijo Sue MacQuarrie, quien durante la entrevista llegó a la mesa con su hijo Iain, para saludar al propietario. “A mí me gusta la comida mexicana, china y esta (del medio este)”, también dijo.
De su parte, Mink Lin, quien forma parte de los socios de Fresh Coast Tacos quienes son de descendencia coreana, china y kurdo, dijo que fue un honor ser invitada a participar en el evento en el que los organizadores están invitando a la comunidad a cenar juntos y celebrar la presencia de los restaurantes de propietarios inmigrantes locales, el cual continuará hasta el 13 de febrero.
“Esta nación fue fundada por inmigrantes y sin ellos no existiría. Es triste lo que está ocurriendo en el país, pero es bueno ver como la comunidad se ha unido para despertar conciencia”, dijo Lin, refiriéndose al sentimiento anti-inmigrante que se ha visto últimamente. A la vez dijo que están estudiando la situación para ver cómo pueden ayudar a los refugiados en Kalamazoo.
Fue el pasado viernes, 3 de febrero, que el mandatario de Estados Unidos por orden ejecutiva, prohibió la entrada al país de personas de Irán, Iraq, Libia, Somalia, Sudan, Siria y Yemen por tres meses y a todo refugiado por 120 días, lo que desató un caos en los aeropuertos por todo el mundo, personas detenidas y abandonadas en tierras ajenas.
El próximo día por la noche, un juez de Seattle, Washington, removió temporariamente la orden, permitiendo de nuevo que los refugiados e inmigrantes entren a Estados Unidos. Pero la situación no está resuelta. La Casa Blanca ha declarado que peleará hasta la Corte Suprema si necesario, para reinstituir la orden ejecutiva.