Persecución A Los Judíos
Segunda Parte
Por: Manuel Pineda
Previamente en la Primera Parte habíamos abarcado desde que hice mención del año 586 A.C.. Para aquellos que leen La Biblia y tienen una, pueden buscar este suceso en Jeremías 39. Es el recuento histórico de cuando el Rey Nabucodonosor de Babilonia toma a Jerusalén y lleva a los israelitas cautivos al exilio a Babilonia (lo que hoy conocemos como Irak). En el Año 539 A.C. el Rey Ciro de Persia (lo que hoy conocemos como Irán), invade y toma el imperio de Babilonia, liberando a Jerusalén permitiendo así el regreso de los israelitas.
En mi Primera Parte de este artículo nos quedamos en el año 1349.
En 1391 La Inquisición o Santa Inquisición hace alusión a varias instituciones dedicadas a la supresión de la herejía mayoritariamente en el seno de la Iglesia católica. La herejía en la era medieval europea muchas veces se castigaba con la pena de muerte. Los judíos seguían practicando el judaísmo en secreto, por tanto eran culpables de herejía, durante este período más de 50.000 judíos son asesinados y más de 160.000 bautizados a la fuerza, solo en Barcelona 4.000 muertos y 25.000 vendidos como esclavos, bajo el liderazgo del Arzobispo Ferrán Martínez.
En 1443 Venecia, Italia establece que por ley los judíos deben usar en la ropa distintivos amarillos.
En 1451 el Papa Nicolás V confirma que a los judíos se les debe separar de toda vida honorable y católica. Nombrando a Juan de Capistrano de la Orden de los Franciscanos para emprender una Cruzada contra los judíos, sus sermones causaron que en algunas regiones de Alemania las sinagogas y casas de los judíos fueran quemadas hasta los cimientos.
Llega 1492 (este año era donde quería llegar en mi entrega anterior), en este punto no sé si alcanzaré a terminar en tan solo dos entregas. Este es año en que se hace el descubrimiento histórico: de América. En ese entonces eran reyes en España Fernando II de Aragón e Isabel I de Castilla (claro que quien llevaba la batuta era la Reina Isabel). Si recordamos un poco nuestras clases de historia en el colegio, se nos enseñó que la Reina vendió sus joyas para poder financiar el viaje de Cristóbal Colón, aunque no hay nada más alejado de la verdad. Resulta que el 31 de marzo de 1492 son promulgados dos decretos por los Reyes Católicos, así sería como se les llegaría a conocer posteriormente y estos decretos se conocen como El Edicto de Granada. Este proyecto fue elaborado por Tomás de Torquemada, quien era el Inquisidor General. ¿Cuál era el objetivo de este edicto? ¡La expulsión de los judíos! Por ley no podrían llevarse oro, plata, armas o caballos. Solo letras de cambio, las cuales una vez fuera de España, no tendrían ninguna validez. 150.000 judíos fueron expulsados, muchos murieron de camino y como siempre, cada vez sus bienes expropiados. Así fue como los Reyes Católicos financiaron la expedición al Nuevo Mundo, con las joyas y bienes de los judíos. Ustedes hagan cuentas El Edicto de Granada se firmó el 31 de marzo, 1492 y Cristóbal Colón zarpó de Puerto Palos, España rumbo a la isla Gran Canaria, el 3 de agosto, 1492.
En 1509 el Emperador Maximiliano de Austria y Emperador del Sacro Imperio Romano, nombra a John (Josef) Pfefferkorn un alemán nacido de padres judíos, pero que después de estar vagando varios años, pagó varios años prisión por un crimen que cometió. Al salir de reclusión se concierte al catolicismo, es bautizado y luego ordenado como Fraile Dominicano. El Emperador Maximiliano le da la orden de confiscar todos los libros, que puedan atentar en contra del credo de la fe católica. Emprendiendo así una Cruzada en contra de los judíos.
En 1517 aparece en escena Martin Lutero y la Reforma Protestante. Desafiando la autoridad papal al afirmar que la Biblia era la única fuente de autoridad religiosa. Lutero creía que la salvación solo se adquiría a través de la fe en Jesucristo y no requería de la asistencia de la iglesia. Lo que generó un descontento monumental entre los católicos de todo el mundo. Una de las grandes polémicas de Lutero eran Las Indulgencias de la iglesia Católica, que consistían en la venta de certificados para la reducción de la pena, por el perdón de los pecados. De 1516 a 1517 el fraile dominicano Johan Tetzel, fue enviado a Alemania como el Gran Comisionado de Indulgencias, con el propósito de venderlas para la reconstrucción de la Basílica de San Pedro en Roma. Lutero se oponía a la venta de Las Indulgencias y mandó un comunicado a los prelados en Alemania, que luego se convirtió en parte de su famosas 95 Tesis o exposición del Protestantismo y en la tesis 86 explicaba su oposición: ¿Porqué no el Papa, cuya riqueza es hoy mayor que la de cualquier rico, no construye la Basílica de San Pedro con su propio dinero en vez de con el dinero de los pobres creyentes? Para Lutero el perdón de los pecados era algo que solo correspondía a Dios directamente, sin intermediarios. La venta de indulgencias, absoluciones y penitencias no eran de ninguna manera válido. Ese mismo año Lutero clavo en las puertas de la Iglesia del Castillo de Wittenberg, una copia de sus 95 Tesis y en dos semanas eran conocidas en toda Alemania y en un mes en toda Europa.
Quienes más acogieron las ideas de Lutero fueron Juan Calvino, quien era francés pero tuvo que huir a Suiza por sus ideas protestantes y Ulrich Zwingli un predicador suizo, que siempre vio a la iglesia católica con una autoridad abusadora y totalitaria. De Calvino salió lo que se conoce como Calvinismo y aunque el movimiento de Zwingli no inicio una corriente, si efectuó una reforma en muchos condados de Suiza. Eliminó las imágenes de las iglesias, se empezó con lecturas de la Biblia, se suprimieron los bautizos tradicionales de la iglesia católica.
Hasta aquí todo iba bien con Martín Lutero y su Reforma Protestante (esto era lo que yo creía hasta que empecé a investigar al respecto, hace cuatro meses). El creyó que de esta forma atraería muchos judíos y cuando esto no sucedió, se fue en lastre en contra de ellos. En 1543 Lutero escribió e imprimió un folleto “Contra Los Judíos Y Sus Mentiras” que es considerado el primer escrito moderno antisemita, en donde usa términos como “cerdos”, “blasfemos”, “perros”, destruirlos”, “expulsarlos” y además sobresale un marcado rechazo y nacionalismo ante estos intolerantes pretextos.
Entre los Luteranos y la mayoría de Europa este folleto no tuvo mucha aceptación, pasando desapercibido, hasta que en 1932 los nazis y Hitler lo tomaron como un modelo para exterminio de los judíos en el Holocausto, los reimprimieron y distribuyeron en toda Alemania. Para Hitler, Lutero era su ídolo.
Bueno será hasta la Tercera Entrega…