Por María G Erazo
Pocos de los mejores encuentros de la vida para lograr la autorrealización sin esfuerzo y totalmente natural son durante los viajes. La magia del escenario nos permite hacerlo sin pensar en cómo comenzar. Es increíble y gratificante sentir e imaginar cómo alcanzamos nuestros logros y en qué nos convertimos después de años de viajes y experiencias.
Creo en el dicho: «Más poder significa mayor responsabilidad», sí, podríamos alcanzar ciertos grados más allá de lo que soñamos, los que necesitan ser sustentados con estándares y energía más altos. Puede que ganemos más de lo que un empleado o emprendedor típico recibe por día, pero ¿alguna vez hemos pensado en: diferenciar e identificar conscientemente nuestros estándares de calidad con los niveles de vida?
Este podría ser tu momento para escuchar sobre esto, ¿verdad?
Los estándares de vida son nuestra forma de decir: «Así me trato a mí mismo con las recompensas y los logros que recibo. Merezco este trato VIP. El dinero no es un problema sino una solución».
A menudo, no vemos que a medida que aumentamos conscientemente nuestros estándares de calidad profesional, nuestros niveles de vida aumenten automáticamente también. Se convierte en un problema a largo plazo y afecta directamente la forma en que controlamos nuestro dinero. Desde esta perspectiva, estamos inconscientes de que ya no estamos ahorrando mientras disfrutamos de los frutos de nuestro trabajo.
Filosóficamente, hay dos formas diferentes de hacerse rico: (1) ganar más dinero y (2) tener menos deseos. Si perdemos una dirección clara sobre dónde se debe asignar nuestro dinero, llegaremos a un punto en el que podemos preguntarnos: «¿Dónde puse mi dinero?».
Al final del día, el dinero es un número y los números no terminan. Si buscamos la felicidad usando nuestro dinero, entonces nuestra búsqueda sería interminable.
Espero que esto te ayude a reevaluar tus estándares.
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