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a pasado un año y una de las promesas más importantes de la gobernadora durante su campaña no se ha cumplido. Estamos hablando de arreglar las carreteras de Michigan.
Nuestro estado se caracteriza por tener grandes lagos, bellos paisajes, hermosos atardeceres y las peores carreteras de Estados Unidos.
Lamentablemente las carreteras de nuestro estado son viejas y año con año sufren los estragos de la nieve, el escurrimiento y la temporada de lluvias, y para colmo de colmos el parchado que se le suele hacer es por encimita.
Es triste y a la vez da coraje ver cómo ese trabajo dura solo unos cuantos meses y al rato vemos los baches igual o peor que como estaban.
Luego de que la gobernadora declarará que su propuesta de impuestos a la gasolina fuera rechazada y que ya tiene en mente otro plan de atención vial, del cual no reveló ningún detalle, se abre una nueva oportunidad y esperanza para que las carreteras sean mejores, pero también una fuerte duda y expectativa.
De si este plan realmente logrará hacer algo o simplemente será bateado igual que el pasado.
No nos queda más que esperar expectantes a que nuestras autoridades hagan algo al respecto y no perder la fe de que algún día no tengamos que renegar por conducir por un camino lleno de baches que causan estragos sobre nuestros automóviles.
Esperemos que estás promesas se cumplan y no se las lleve el viento como muchos de los políticos que se van sin cumplir sus prometedoras propuestas.
Por lo pronto hay que esperar y seguir manejando sobre malos caminos pero ahora con la grata compañía de nuestra fiel amiga de cada temporada, la nieve.