México (EFE)
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dijo este lunes estar «pendiente» de las medidas de control de armas anunciadas por su homólogo estadounidense, Joe Biden, y deseó que el asunto sea abordado por el Congreso de ese país. «Estamos muy pendientes de la propuesta del presidente Biden en el sentido del control en la comercialización de armas, muchas de las cuales se introducen en nuestro país. El tema se está conduciendo en Estados Unidos, ojalá vaya al Congreso», expresó López Obrador en su conferencia de prensa matutina en Palacio Nacional.
«Hay esa intención del presidente Biden, que celebro y apruebo», añadió el mexicano. Biden anunció el pasado jueves una serie de medidas de alcance limitado para atajar la violencia con armas de fuego en su país, y exigió al Congreso que deje de tolerar un problema que describió como una «vergüenza a nivel internacional». Dos semanas después de los tiroteos masivos que dejaron 18 muertos en Georgia y Colorado, Biden desveló varias iniciativas para contener la violencia armada, pero reconoció que no podrá hacer demasiado por su cuenta si el Congreso no deja de bloquear cualquier intento de aumentar el control de las pistolas y rifles.
López Obrador dijo este lunes que el tráfico de armas «ha disminuido» bajo su Gobierno, que inició en 2018, porque «no hay tolerancia». Aseveró que se está investigando a «quienes participan desde el Gobierno en el tráfico de armas» y aseguró que «ya no se aceptan programas con agencias extranjeras para introducir armas». López Obrador se refirió así veladamente al operativo «Rápido y Furioso», realizado entre 2009 y 2011, cuando el Gobierno de Estados Unidos introdujo 2.000 armas a México para rastrear al crimen organizado, pero muchas de ellas acabaron siendo utilizadas en delitos.
El mandatario mexicano recordó que desde el año pasado el Ejército tomó el control de las aduanas y que, desde entonces, «se ha decomisado un número importante de armas». También aprovechó para vincular el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) con el movimiento social del norteño estado de Chihuahua que a finales del año pasado se intentó oponer a la entrega de agua a Estados Unidos, en un caso que dejó a una manifestante muerta tras un choque con las fuerzas de seguridad.
El presidente reveló que manifestantes tomaron una presa y se llevaron armas de la Guardia Nacional, y que hace 20 días, algunas de esas armas fueron decomisadas en el occidental estado de Jalisco. «No se puede ser categórico, pero en el movimiento de Chihuahua había gente vinculada con los que operan en Jalisco en la delincuencia. El grupo de Jalisco», expresó.