Editorial por Luis Molina
Esta semana se acabó el fondo de desempleo y los últimos 300 dólares que le daban a las personas se esfumaron, sin fondos para esta causa, pero con un país lleno de empleo y repleto de vacantes vacías solo porque la gente no quería trabajar.
Y es entendible porque a muchos les convenía más estar desempleados que trabajando gracias a estas ayudas del gobierno.
En lo particular siempre he dicho que al hombre no hay que darle el pescado, sino enseñarle a pescar, tal y como dice el dicho, ya que con tanto apoyo solo se estaba haciendo a la gente perezosa, la pandemia sigue, pero ya hay vacunas y muchas oportunidades de empleo.
En esta semana también se vivió el día del trabajo en Estados Unidos, y la celebración en toda la nación fue en un marco de vacantes vacías de empresas y negocios desesperadas por encontrar empleados que los ayuden a sacar la producción deseada solo por la falta de recursos humanos.
Ahora que ya han terminado estos apoyos a la gente que no quería trabajar no le va a quedar de otra, y es trabajar para poder vivir, si no trabajan ya no habrá apoyos que los respalden, y si bien aún están los programas de cupones el que ya no tengan este apoyo representará un duro golpe al bolsillo.
Quiero enfatizar lo que estoy diciendo, porque no quiero que se malinterpreten mis palabras, no estoy diciendo que no esté bien que den estos apoyos, al contrario que bueno que se apoyó durante más de un año de pandemia, donde las personas se vieron necesitadas, pero a estas alturas ya muchos se estaban aprovechando de esos apoyos para no querer hacer nada, siendo que ya hay muchas oportunidades para trabajar y salir adelante en medio de una pandemia que aún no termina pero que ya existen los recursos necesarios para evitar contagiarnos.