Miami, 24 nov (ELINFORMADORUSA/EFE).-
Una enfermera afroamericana de Miami fue condenada a un año y un día de prisión por haber amenazado en varios vídeos con matar a la vicepresidenta de EE.UU., Kamala Harris, según los documentos judiciales del caso.
Además de la pena de prisión, el juez José E. Martínez ordenó este martes que Niviane Petit Phelps, de 39 años y madre de tres hijos, esté tres años en libertad vigilada después de su salida de prisión.
La enfermera, que se había declarado culpable de seis cargos en septiembre pasado, tiene problemas psicológicos por haber sido víctima de violencia doméstica, dijo su abogado, Scott Bennet Saul, al canal Local 10.
Al haberse declarado culpable, no hubo necesidad de celebrar un juicio oral.
Phelps admitió ante el tribunal que en febrero pasado envió a su esposo, que está preso en una cárcel de Florida, videoclips de 30 segundos en los que decía haber recibido el encargo de matar a Kamala Harris.
«Tus días ya están contados», dice en uno de los videos dirigiéndose a Harris, según documentos judiciales del caso.
Usando un lenguaje soez, Phelps asevera que ha aceptado 53.000 dólares para llevar a cabo el «golpe» contra la vicepresidenta y que lo piensa concretar en 50 días.
Algunos de los videoclips los grabó ella misma y otros hizo que los grabaran sus hijos.
Después de enviar estos vídeos, Phelps envió una fotografía de sí misma sosteniendo un arma de fuego con una hoja de objetivo en un campo de tiro y dos días después solicitó un permiso para portar armas sin mostrarlas.
Phelps también admitió haberle dicho a los agentes de la ley que manejaron este caso, que si no hubieran ido a su casa, ella «no sabe» lo que hubiera sucedido.
Según los documentos judiciales del caso, la enfermera les dijo a los agentes que fueron a su casa a interrogarla que estaba «enojada» por el hecho de que Harris hubiera llegado a la Vicepresidencia.
La condenada manifestó que no creía que Harris fuera realmente de la raza negra y que le había molestado que durante la toma de posesión del cargo «pusiera la mano sobre su bolso en lugar de sobre la Biblia».