Los Ángeles (EFE)
Una petición para que dos hermanos hispanos acusados de matar a su padrastro, de quien pensaban que había abusado sexualmente de su media hermana de 9 años, ha reunido hasta ahora 40.033 firmas en la plataforma Change.org. La Policía de Pharr, una ciudad ubicada en el Valle del Río Grande en el sur de Texas, informó el pasado miércoles que Alejandro Treviño, de 18 años; su hermano Christian Treviño, de 17, y Juan Eduardo Meléndez, de 18 años, amigo de los hermanos, fueron detenidos por la muerte de Gabriel Quintanilla, de 42 años.
El cuerpo de la víctima fue encontrado en un campo el pasado 20 de enero. El jefe de Policía de Pharr, Andy Harvey, dijo en una conferencia de prensa que los jóvenes sospechosos supuestamente mataron a golpes a Quintanilla después de escuchar que el hombre al parecer había abusado de la menor de 9 años. “A Christian y Alejandro Treviño, junto con Juan Meléndez, se les fijó una fianza combinada de tres millones por defender a su hermana después de que ella fuera abusada por su padre biológico. En un intento por defender a la niña, ellos tomaron el asunto en sus propias manos”, dice la petición en Change.org.
Los tres adolescentes están acusados de violencia familiar agravada y participación en actividades delictivas organizadas. Christian Treviño y Meléndez fueron acusados también de homicidio. Quintanilla había estado en una base de datos nacional desde 2019 luego de que otra menor afirmara que él había abusado sexualmente de ella entre 2014 y 2016. En la conferencia de prensa del miércoles, el jefe Harvey no indicó si el supuesto abuso de la niña de 9 años por parte de Quintanilla está siendo investigado. Tampoco ahondó sobre la posible participación de la madre de los hermanos Treviño en el caso.
«Eso sigue siendo parte de la investigación abierta y ciertamente es una pregunta que teníamos. ¿Por qué no fuimos notificados y ese tipo de cosas? Así que hay más preguntas por ahí y eso es algo que todavía estamos investigando», declaró. Entre los comentarios al pedido iniciado por Alan Andrade, del que se desconocen vínculos con los acusados, ha recibido además numerosos comentarios de apoyo. Los hay que califican a los jóvenes de «héroes», mientras otros aseguran que con su acción hicieron un «servicio público» y justifican que pudo tratarse de un caso de «locura transitoria» al ver lo que había sufrido su medio hermana.