Por Luis Molina/GRAND RAPIDS, MI (ELINF). —
Un tiroteo mortal en el cual un policía del GRPD disparó contra un hombre afroamericano durante una parada de tráfico está siendo investigado por las autoridades de la ciudad. El hombre abatido es Patrick Lyoya quien según los investigadores dicen que el oficial detuvo al joven de 26 años cerca de Griggs y Nelson por un problema con la matrícula el lunes 4 de abril.
Según los informes, Lyoya salió del automóvil y trató de correr. La policía dice que hubo una «lucha prolongada» antes de que el oficial disparara y matara a Lyoya.
El oficial llevaba una cámara corporal, pero se le cayó durante el forcejeo. La policía dice que las imágenes pudieron recuperarse y están siendo revisadas. La policía estatal de Michigan está a cargo de la investigación.
En un comunicado de prensa, el fiscal del condado de Kent, Christopher Becker, declaró que es esencial buscar justicia y permitir que la investigación continúe hasta su finalización antes de que la información parcial, incluida la evidencia en video, se haga pública.
Por su parte el jefe de policía del GRPD dio a conocer que todavía hay muchas preguntas que siguen sin respuesta ya que su política como en cualquier investigación en curso es de no divulgar ningún material para consumo público.
En una conferencia de prensa emitida el mismo día de los hechos el jefe de policía Eric Winstrom dijo que lamentaba este acontecimiento y que pondera todo su esfuerzo en este caso para que la verdad prevalezca y el caso quede resuelto.
El fiscal del condado ya ha solicitado que las agencias policiales involucradas no publiquen ninguna evidencia hasta que se complete la investigación.
Becker continúa pidiendo paciencia y comprensión del público para que la investigación pueda completarse y lograr su objetivo de un resultado justo para todos los involucrados.
El oficial involucrado en este incidente ya ha sido puesto en licencia administrativa y su nombre no ha sido revelado por seguridad.
Al respecto la familia Lyoya dio declaraciones al respecto y dijeron que cuando escaparon de la violencia que vivían en la República Democrática del Congo, y se refugiaron en Estados Unidos nunca imaginaron que ahí su hijo tendría un final violento a manos de la policía.