Por Edgar Castro/KENTWOOD, MI (ELINF). —
Dos padres oriundos de Kentwood enfrentan cargos criminales después de que su bebé, Kaiden Wood, muriera en junio por una sobredosis accidental. De acuerdo a documentos judiciales, Hope Marshall y Kyle Wood fueron acusados de homicidio involuntario.
La policía informó que el 23 de junio, los llamaron a su casa en Prince Albert Street SE porque un bebé no respiraba. Llegaron a la casa y encontraron a un bebé de 17 meses, quien fue declarado muerto. El médico forense realizó un informe de autopsia y toxicología y finalmente dictaminó que la muerte era «toxicidad aguda por bupropión y duloxetina». Cabe destacar que ambas sustancias se encuentran en medicamentos recetados.
Además, el fetanilo y la cocaína también estaban presentes, en pequeñas cantidades, en el sistema de Kaiden, según el informe revelado por las autoridades. Durante un registro de la casa, la policía encontró «numerosos artículos peligrosos» esparcidos por toda la residencia, y los agentes comentaron que el domicilio estaba en un «estado general de desorden».
La policía dice que encontraron una olla de sopa llena de vómito en la sala de estar, junto a una pipa de marihuana. Los documentos judiciales describieron varios medicamentos tirados por la casa. Tres pastillas sueltas de Wellbutrin, que es otro nombre para el bupropión, fueron arrojadas al piso y a la mesa de café en la sala de estar. Se encontraron pastillas de Xanax en el mostrador de la cocina. Una pastilla de acetaminofén rota fue recogida en el piso del pasillo.
En la cuna del bebé, la policía dice que descubrieron un vaporizador de brisa de fresa. Más tarde, según documentos judiciales, la policía realizó una segunda búsqueda en la residencia de Prince Albert Street y descubrieron otra pluma de vape y cinco agujas sin capuchón clavadas en un colchón.
Marshall, la madre, admitió que los antidepresivos eran suyos. Wood, el padre, explicó que estaba al tanto de los antidepresivos en la sala de estar y agregó que también había visto las pastillas en el suelo antes de acostarse la noche en que Kaiden murió.
Los agentes de la ley encargados del caso explicaron que Marshall y Wood están acusados de homicidio involuntario debido a la «falta de negligencia grave» para mantener las drogas y otras sustancias ilegales fuera del alcance de la víctima. Si son declarados culpables, los padres podrían cumplir 15 años de prisión.