Un robot está peinando el fondo del mar en busca de restos de la implosión fatal del sumergible Titán mientras las autoridades de EE.UU. y Canadá desvían su atención de la búsqueda y el rescate a la investigación de lo que condujo al desastre marítimo y buscan establecer si se violó alguna ley.
La Guardia Costera de EE.UU. convocó a una Junta de Investigación Marina para investigar la implosión, el «más alto nivel de investigación que lleva a cabo la Guardia Costera», anunció este domingo el investigador jefe de la Guardia, el capitán Jason Neubauer.
La junta trabajará para determinar la causa de la implosión catastrófica y las muertes, así como para hacer recomendaciones “para aplicar sanciones civiles o penales según sea necesario”, dijo Neubauer.
Por ahora, los investigadores están dando prioridad a la recuperación de escombros del lecho marino. Los expertos militares encontraron restos del sumergible a unos 500 metros de la proa del Titanic el pasado jueves, dijo anteriormente la Guardia Costera de EE.UU.
“Mi objetivo principal es evitar que ocurra algo similar haciendo las recomendaciones necesarias para mejorar la seguridad del dominio marítimo en todo el mundo”, dijo Neubauer este domingo.
La operación de salvamento se produce cuando quedan dudas sobre el diseño del sumergible, los materiales utilizados en su construcción, qué causó la implosión y cuándo ocurrió exactamente.
El Titán llevaba 1 hora y 45 minutos en su descenso hacia los restos del Titanic en el fondo del océano el domingo antepasado cuando perdió el contacto con su nave nodriza, lo que dio inicio a una operación multinacional de búsqueda y rescate de un día de duración en el Atlántico Norte que finalizó el jueves con el descubrimiento de sus restos.
La investigación de la Guardia Costera de EE.UU. es una de varias que se encuentran actualmente en curso. Las autoridades de Canadá también encargadas de investigar el incidente revisarán las grabaciones de voz de la nave nodriza del sumergible, el Polar Prince, dijeron funcionarios canadienses.
Investigadores canadienses abordaron el Polar Prince este sábado “para recopilar información del registrador de datos de viaje del buque y otros sistemas del buque que contienen información útil”, dijo este sábado Kathy Fox, presidenta de la Junta de Seguridad en el Transporte de Canadá. Un registrador de datos de viaje almacena el audio del puente del barco.
Mientras tanto, la Real Policía Montada de Canadá (RCMP por sus siglas en inglés) está investigando si “posiblemente se hayan infringido las leyes penales, federales o provinciales”.
“No hay sospecha de actividad delictiva per se, pero la RCMP está tomando medidas iniciales para evaluar si seguiremos ese camino o no”, dijo el superintendente de la RCMP, Kent Osmond, en una conferencia de prensa el sábado.
Las autoridades estadounidenses y canadienses también han estado realizando entrevistas en el puerto de St. John’s, Canadá, donde el Polar Prince regresó el sábado con sus banderas a media asta.
“Este caso ha sido extremadamente complejo, ya que involucró una respuesta coordinada internacional, interagencial y del sector privado en una región del océano implacable y de difícil acceso”, dijo este domingo el contralmirante de la Guardia Costera de EE.UU. John Mauger, comandante del primer distrito de la Guardia Costera.
La Guardia Costera anunció que la embarcación sufrió una “implosión catastrófica”, matando a todos los pasajeros a bordo.
Los tripulantes de la embarcación eran el CEO de OceanGate Expeditions, Stockton Rush; el empresario británico Hamish Harding; el buceador francés Paul-Henri Nargeolet; y el empresario nacido en Pakistán Shahzada Dawood y su hijo, Suleman, que eran ciudadanos británicos.