Opinión por Héctor Loya
La inusual ola de calor por el cambio climático es sólo uno de los nueve límites planetarios que no debemos rebasar para evitar la sexta extinción masiva de especies. La mayor parte de la población ignora que ya hemos rebasado cuatro; sin embargo, seguimos comportándonos como un hato de bovinos rumbo al desfiladero.
El hardware de nuestro cerebro es el mismo desde hace miles de años que funciona para responder a la gratificación inmediata de las necesidades, y aunque todos queremos mejores vidas en el futuro, al tomar decisiones prevalece el sistema de satisfacción inmediata sin importar el impacto ambiental.
Los capitalistas aprendieron a aplicar el sistema de satisfacción retardada, primero trabajas, después te pago, sin dejar de usar el arcaico para obtener más y más ganancias inmediatas a costa de lo que sea.
Y el problema ya no es sólo de orden socioeconómico y político, es fundamentalmente ético en el cual el principal valor, el respeto, se está dejando a un lado si de nuestro planeta hablamos.
Al respecto los nueve límites planetarios son los siguientes: cambio climático, integridad de la biosfera, cambio en el uso del suelo, uso del agua dulce, flujo biogeoquímico, acidificación del océano, carga de aerosoles en la atmósfera, agotamiento del ozono estratosférico y contaminación química y por último la introducción de nuevas entidades.
Queda claro cuáles han sido rebasados y cuales están a punto de ser rebasados, y no imaginamos las dimensiones que traerá el hacerlo.
Ahora siempre nos estamos quejando de lo que pasa en el medio ambiente hoy la novedad es el calor extremo que se vive en regiones de todo el mundo, después serán las inundaciones, los huracanes y por último las intensas nevadas o fríos extremos.
Pero pocos nos ponemos a pensar que estas solo son señales que un planeta nos está dando en un sentido muy claro y evidente, el que estamos acabando con los valiosos recursos naturales.
La pregunta aquí es que más señales queremos para cambiar, hasta donde va a llegar el ambiciosísimo de los sectores empresariales y políticos que anteponen siempre las riquezas que el valor del planeta.
