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Actos de caridad al margen de la pobreza

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Editorial por Hector Loya:

Al abordar el delicado tema de la caridad es necesario sentar los valores que en ella van implícitos tales como la bondad, la compasión y la piedad, pero también es necesario marcar un límite o una frontera entre lo que es la verdadera caridad por necesidad y el mendigar solo por comodidad o por codicia y es que al poner claros estos principios será posible encontrar las conclusiones objetivas en orden a una solución digna de ese problema que está ahí y que pide a gritos ser atendida, hablamos de la pobreza.

En días pasados se pudo observar en el estado de Michigan una gran cantidad de personas que luego de la tormenta enfrentaron la necesidad de alimentos ya sea por la falta de empleos en esos días, por la escasez de productos debido al cierre total de negocios, o simplemente porque existen en el país personas en situaciones vulnerables que les impide tener acceso adecuado para cubrir sus necesidades básicas.

Ante estas situaciones la caridad es posible gracias al apoyo de grupos políticos, de algunas dependencias u organizaciones de caridad, negocios particulares y religiosos e incluso la humanidad de personas que se compadecen de los menos afortunados, todo esto dando paso a la acción de compartir con el que lo necesita o con el que menos tiene.

Tras una primera reacción de empatía y comprensión, hay una segunda, de rabia y de impotencia relacionada a una situación angustiosa, al ver que existe para mala fortuna una realidad inmutable, que las desigualdades económicas, sociales y culturales están directamente relacionadas con la riqueza de unos cuantos y la dinámica de capitalismo.

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Resulta incomprensible y a la vez tan ilógico como siendo uno de los países más ricos y con una de las economías más estables del mundo exista en Estados Unidos un margen tan grande de pobreza.

El gobierno debe reconocer que este es uno de los desafíos del país y es deber del estado el abatimiento de la pobreza extrema y la desigualdad económica y social entre la población, pero sobre todo realizar acciones no solo ante desastres naturales sino como una estrategia permanente de cambio que impacte de manera positiva en la vida de muchas personas necesitadas.