Los hechos ocurrieron en marzo de 2019, cuando Javier Ambler II de 40 años, estaba de camino a su casa en la ciudad de Killeen y una patrulla le ordenó detenerse por no apagar las luces altas de su coche. El conductor desobedeció la orden y así comenzó una persecución que duró casi media hora.
Sin embargo al momento de salir de su auto no se tumbó rápidamente en el suelo por lo que recibió una descarga con una pistola eléctrica. Ambler cayó sobre una rodilla y trató de levantarse, momento en que fue disparado con un táser por otro policía. Más tarde, cuando se resistió a que le pusieran las esposas, recibió una tercera descarga.
Entonces a Ambler le dice a los agentes: «Señor, tengo insuficiencia cardíaca congestiva, no puedo respirar». Pese a su pedido, los oficiales le disparan con el táser por cuarta y última vez.
Los agentes finalmente esposaron a Ambler, quien para ese momento había perdido el conocimiento. Al notar que no daba señales de vida, intentaron reanimarlo hasta la llegada de los paramédicos. Posteriormente en un centro médico confirmaron su fallecimiento.
La autopsia reveló que murió por homicidio causado por la restricción forzosa, que agravó la insuficiencia cardíaca congestiva que padecía y su enfermedad cardiovascular hipertensiva vinculada con la obesidad.
Una investigación interna realizada el año pasado concluyó que no hubo ninguna violación de las reglas del uso de fuerza por parte de Johnson ni de sus compañeros, mientras el sheriff del condado de Williamson y los productores del programa Live PD, que transmitió en vivo todos los hechos, impidieron la publicación de las imágenes del arresto. Actualmente, el suceso está siendo investigado por la unidad especial indagatoria la fiscal del condado de Travis.