La mujer fue detenida el miércoles 29 de enero después de que los investigadores encontraron una jeringa que contenía leche materna y restos de morfina en su casillero en el hospital universitario de Ulm, en el sur del país.
Los bebés que tenían de un día a un mes de nacidos, inesperadamente desarrollaron problemas respiratorios “casi al mismo tiempo” en las primeras horas del 20 de diciembre.
“Solo gracias a la acción inmediata tomada por el personal pudieron salvarse las cinco vidas», dijo Bernhard Weber, jefe de investigación de la policía local, en una conferencia de prensa. Los médicos no esperan que los bebés sufran ningún daño duradero
La enfermera niega el cargo, por lo que el organismo de seguridad también se cuestiona si alguien puso la jeringa allí, «estamos investigando todas las posibilidades».
El incidente se asemeja al caso Niels Högel, enfermero alemán encarcelado de por vida el año pasado por el asesinato de 85 pacientes por inyección letal entre 2000 y 2005.
Högel confesó haber recibido las inyecciones, que causaron insuficiencia cardíaca, y pudo haber intentado revivir a los pacientes para impresionar a sus colegas.
Fuente: Excelsior