Así fue el recibimiento de los padres jesuitas asesinados hasta su última morada, en el atrio del templo de Cerocahui, Urique.
El padre «Gallo» y «Morita» descansarán en el lugar por el que predicaron durante años.
Así fue el recibimiento de los padres jesuitas asesinados hasta su última morada, en el atrio del templo de Cerocahui, Urique.
El padre «Gallo» y «Morita» descansarán en el lugar por el que predicaron durante años.