Miami, 8 mar (ELINFORMADORUSA/EFE News).-
El Departamento de Salud de Washington anunció hoy 16 fallecidos a causa de esta enfermedad, 15 de ellos en el Condado de King, el más poblado y que registra 71 casos del total de 102 que se cuentan en este estado noroccidental, el que más contagios acumula en EEUU seguido de California con casi 70 casos.
Los otros fallecidos por el coronavirus en EEUU se registran en California, con un deceso, y Florida, cuyas autoridades informaron la noche del viernes de dos muertos por esta enfermedad, dos adultos mayores de 70 años que contrajeron el virus tras realizar viajes al exterior y que constituyen las primeras víctimas mortales en la costa este del país.
Las autoridades sanitarias de este estado señalaron que los fallecidos residían en la costa oeste de Florida, en los condados de Santa Rosa y Lee, y que los casos positivos ya suman 14, cinco de ellos repatriados del exterior.
En Nueva York, el gobernador Andrew Cuomo declaró este sábado el estado de emergencia en esta región para hacer frente a la expansión del coronavirus, que afecta ya a 76 personas, diez de las cuales se encuentran hospitalizadas.
Cuomo anunció la prohibición de visitar centros de mayores en el municipio de New Rochelle, situado en el condado de Westchester, al norte de la ciudad de Nueva York, y el lugar donde se han registrado el mayor número de casos.
Los gubernamentales Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) mantiene hoy la cifra de 213 casos, pero medios nacionales como el New York Times o la cadena CNN dan cuenta de entre 370 y 400, en una contabilidad en la que además de las cifras de los CDC añaden los datos distribuidos por los diferentes gobiernos estatales.
Estados como Pensilvania, Minesota, Indiana y Nebraska han informado de sus primeros casos de infectados en las últimas 24 horas.
Y aunque esa cifra no deja de aumentar, el vicepresidente de EEUU, Mike Pence, quien lidera la respuesta del Gobierno a la crisis del coronavirus, dijo hoy desde el sur de Florida que la propagación del virus permanece baja.
«Si bien el riesgo para el estadounidense medio de contraer el coronavirus sigue siendo bajo, es esencial que encontremos formas de mitigar ese riesgo para prevenir la propagación del coronavirus», dijo Pence tras un encuentro con directivos portuarios y ejecutivos de compañías de cruceros, afectados por esta epidemia global.
El vicepresidente señaló que su reunión en el puerto de Fort Lauderdale era para coordinar acciones entre la industria de cruceros, las agencias federales de salud y autoridades portuarias a fin de brindar «a los pasajeros, a las comunidades y al país seguridad y salud».
Adam Goldstein, presidente global de la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros, señaló el «compromiso» de esta industria de trabajar «en estrecha colaboración» con el Gobierno para «ir más allá» de las medidas de prevención que actualmente se están implementando a bordo.
Precisamente, el crucero Grand Princess, propiedad de la Corporación Carnival, permanece este sábado en aguas del Pacífico a unos 80 kilómetros (50 millas) del puerto de San Francisco, en el norte de California, luego de que 21 pruebas de detección del coronavirus, dos de ellas en pasajeros, dieran positivo.
Pence dijo hoy que avanzan las gestiones para que el crucero pueda atracar durante este fin de semana en algún puerto no comercial, posiblemente militar, y desembarcar a los casi 2.500 pasajeros a fin de que puedan pasar el periodo de cuarentena en tierra.
Se prevé que permanezcan a bordo los más de 1.100 miembros de la tripulación de esta embarcación, a la que bien entrada la tarde del viernes se le suministró guantes y mascarillas.
Esta semana, un hombre de 71 años que había estado en un viaje anterior del crucero, en febrero, falleció a causa del COVID-19, en el condado de Placer, en California.
Por medio de un comunicado, la compañía Princess Cruises informó hoy de que un pasajero de nacionalidad estadounidense grave por una enfermedad «no relacionada con el COVID-19» y su compañero de viajes fueron desembarcados a través un barco de la Guardia Costera estadounidense.