Por María G. Erazo Luna
Muchos evadimos el título de vendedor, aunque seamos los responsables de las ventas en nuestra empresa o negocio. No importa en el cargo en el que estamos, siempre estamos vendiendo una marca, un producto, un servicio o incluso, una idea/concepto. La verdad es que existe un mito erróneo sobre la perspectiva de lo qué es un vendedor. Tenemos una imagen negativa de un vendedor como alguien que “te empuja a comprar”, “persuasivos y fastidiosas”; todos les huyen a los vendedores. El problema es que no estamos aplicando las estrategias de venta de una manera más simplista. Déjame contarte como:
Todo comenzó a mis 11 años de edad cuando mi hermano y yo, siendo de escasos recursos, tuvimos que salir a vender. Vendíamos chicles y tortillas; observábamos lo que otros hacían y cómo lo hacían. Nos dimos cuenta de que pedían y le exigían a las personas (la demanda), que en este caso eran tortillas calientes después del trabajo. Analizamos el problema y trajimos una solución para satisfacer la necesidad.
A partir de esto vimos las ventas como una oportunidad de determinar qué es lo que las personas quieren y actuar al respecto. Comprendimos que las personas quieren lo mejor que tengas y que estés disponible para dárselo. Es importante ver resultados sobre nuestras habilidades porque esto aumenta la confianza que tenemos en nosotros mismos.
Constantemente me expongo a mí misma y a mis hijos en actividades en los que puedan realizar desafíos, que por más difícil que sean, les ayudarán a retarse a sí mismos. No les robemos la oportunidad a nuestros hijos de desarrollar habilidades, sea algo tan sencillo como vender chocolates ya que esto lo retará a hablar con personas desconocidas, convencerlos, vender bien su producto, etc.
Hay muchos factores invisibles que nos impiden el querer hacer una venta, y muchos de estos se basan en la confianza que tenemos en nosotros mismos para cerrar una venta o incluso, desde el primer momento acercarnos a brindar un producto/servicio.
Así que:
1. Presta atención constantemente a las necesidades
- Establece una relación con los demás
- Prepárate para que siempre estés listo en el momento de ofrecerle algo al comprador
- Cree en ti mismo, llénate de confianza
- Celebra los resultados y aumenta tu autoconfianza