Los Ángeles, 26 abr (ELINFORMADORUSA/EFE).-
La madre del niño Anthony Ávalos y su novio fueron sentenciados este martes a pasar el resto de sus vidas en la cárcel por el asesinato del pequeño de 10 años, que murió en 2018, tras sufrir una serie de abusos y torturas.
Heather Barron, de 33 años, y Kareem Leiva, de 37 años, fueron hallados culpables el pasado 7 de marzo de asesinato en primer grado y tortura.
Más de una docena de familiares y personas testificaron hoy durante la audiencia de sentencia ante el juez de la Corte Superior de Los Ángeles, Sam Ohta, que sentenció a Barron y su novio a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.
Anthony falleció el 21 de junio de 2018 después de haber sido hospitalizado a causa de una supuesta caída, pero las autoridades sospecharon de maltrato e iniciaron una investigación.
La autopsia mostró señales de abuso prolongado en todo el cuerpo del menor. Su piel estaba magullada y quemada de pies a cabeza.
Barron y Leiva fueron detenidos en 2018 y han permanecido en la cárcel desde esa fecha sin derecho a fianza.
En el juicio contra la pareja, la fiscalía presentó evidencias de cómo los dos golpearon al niño y le negaron comida y agua hasta el punto en que estaba gravemente deshidratado y sus riñones habían dejado de funcionar por completo.
Los acusados obligaron a Anthony a arrodillarse sobre arroz seco crudo en un piso de concreto todos los días durante tanto tiempo que a menudo sangraba. Mientras estaba arrodillado, los dos adultos también lo golpeaban.
Testigos dijeron que dos semanas antes de la muerte, el niño fue sometido a abusos y torturas todos los días, lo que habría derivado en su muerte.
Inicialmente la Fiscalía de Los Ángeles había pedido la condena de muerte contra los acusados, pero tras la llegada del fiscal George Gascón, que está en contra de la pena capital, se rebajó la solicitud de sentencia a cadena perpetua.
El gobernador de California, el demócrata Gavin Newsom, ha suspendido las ejecuciones en el estado.
Con la condena de este martes se cierra otro caso en el que Departamento de Servicios para Niños y Familias del Condado de Los Ángeles estuvo señalado ya que vigiló de 2013 a 2017 el bienestar de Anthony.
La muerte de Anthony despertó gran indignación en Los Ángeles por las similitudes con el caso de Gabriel Fernández, de 8 años, que murió en mayo de 2013 a causa de las torturas que recibió de su madre y el novio de esta.
El Departamento de Servicios para Niños y Familias también vigilaba el caso de Gabriel.
Pearl Fernández, madre de Gabriel, fue condenada a cadena perpetua tras declararse culpable. Isauro Aguirre, novio de la mujer, fue sentenciado a muerte por el asesinato del niño.