Los Ángeles, 12 dic (EFEUSA).- Defensores de los indocumentados que laboran en los campos de Estados Unidos y campesinos se preparan para defender ante el Senado federal el proyecto de ley que legalizaría a casi dos millones de trabajadores agrícolas en el país, después de ser aprobado por la Cámara de Representantes.
El proyecto bipartidista conocido como la Ley de Modernización de la Fuerza de Trabajo Agrícola, y que incluye un camino a la ciudadanía para miles de trabajadores agrícolas indocumentados, fue aprobado este miércoles en la Cámara baja tras nueve meses de campaña en la que los mismos campesinos hicieron cabildeo.
Tras los aplausos por el logro, la Unión de Trabajadores Campesinos (UFW) es consciente que en el Senado el camino es cuesta arriba, por eso ya están buscando aliados que les ayuden a defender este proyecto.
«Esperamos asociarnos con la senadora Dianne Feinstein (D-Calif.) y el senador Michael Bennet (D-Colo.), que son fuertes defensores de los trabajadores agrícolas», dijo en un comunicado la presidenta de UFW, Teresa Romero.
En un mensaje en su cuenta de Twitter la senadora californiana respaldó la que podría ser una de sus batallas políticas del 2020, año de elecciones presidenciales, que se celebran el 3 de noviembre de ese año.
«Me alegra ver que la Cámara aprobó este importante proyecto de ley que facilitará a los agricultores contratar a los empleados que necesitan y protegerá a los trabajadores agrícolas de la deportación», escribió Feinstein.
«Espero con interés trabajar con mis colegas para aprobar este proyecto de ley bipartidista en el Senado», agregó.
El mayor temor de los activistas es que el proyecto se quede estancado en medio de las rencillas políticas entre demócratas y republicanos como le pasa a la propuesta para legalizar a los jóvenes indocumentados.
El nuevo proyecto del Dream Act, que podría legalizar de forma permanente a miles de jóvenes indocumentados, fue aprobado en junio pasado por la Cámara Baja y desde entonces aguarda congelado en el Senado, de mayoría republicana.
Sin embargo, los trabajadores agrícolas indocumentados parecen tener más adeptos entre los legisladores republicanos, así lo muestran los 37 congresistas conservadores que apoyaron el miércoles este proyecto, a comparación de los 7 votos de la bancada conservadora que obtuvieron entonces los llamados «soñadores».
Pero la votación en el Senado se podría dar en medio de la tensión de republicanos y demócratas por el juicio político que se da contra el presidente, Donald Trump.
El congresista republicano Dan Newhouse, quién ayudó a negociar el paso del proyecto por la Cámara baja dijo en un comunicado que la votación «muestra que hay una necesidad verdaderamente crítica en la agricultura en todo Estados Unidos de tener una fuerza laboral legal y un suministro adecuado de mano de obra legal».
La legislación abre la posibilidad de que los campesinos indocumentados soliciten un permiso de trabajo durante cinco años, que podrán renovar en tanto continúen empleados en la agricultura.
Los inmigrantes con al menos 10 años de experiencia en el trabajo del campo y que paguen una multa de 1.000 dólares podrían recibir la residencia legal permanente y quedarían autorizados a emplearse en otros sectores de la economía después de cuatro años.
De ser aprobada, la ley también realizaría cambios en el programa de visas H2-A, que los agricultores usan para contratar a trabajadores temporales que vienen del extranjero.
El proyecto, que facilita los trámites al tiempo que proporciona más protecciones para los propios campesinos, podría contar con el visto bueno de Trump, quien ha mostrado su interés en la visa H2A, y en ayudar a los agricultores del país.
En una entrevista al conglomerado de medios McClatchy, Newhouse aseguró que «el presidente ha indicado un fuerte apoyo para hacer algo en esta área».
«Hablé con él personalmente hace un par de semanas y él apoyó mucho la idea general», insistió.
La prueba para los republicanos en el año de elecciones se complica en estados agricultores como Florida y Idaho.
«Los agricultores y ganaderos de Idaho me han estado pidiendo durante años que se aborden sus necesidades laborales y este proyecto de ley da un paso importante para resolver este problema», advirtió en un comunicado el congresista Mike Simpson.
Simpson considera que el proyecto equilibra la aplicación estricta de la inmigración con reformas de sentido común que permiten a los agricultores acceder a una fuerza laboral legal sin otorgar vías especiales.
«Espero que el Senado pueda mover una legislación similar», añadió.
UFW estima que a nivel federal hay 2,4 millones de campesinos, la mitad de ellos estarían indocumentados.
Romero aseguró que la lucha apenas comienza y que en su nuevo reto en el Senado los campesinos indocumentados cuentan con el respaldo de los agricultores y productores de alimentos de todo el país.
«Es imperativo que el Senado actúe para abordar plenamente las necesidades de los productores de lácteos y toda la agricultura, ayudándolos a hacer lo que mejor saben hacer: alimentar a nuestra nación y al mundo», alentó en un comunicado Jim Mulhern, presidente de la Federación Nacional de Lecheros.
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