“Juez ofreció condolencias a familias (Oskam y Torrez) y dijo que era un día triste para todos”
Por Joel Morales
El Informador
KENTWOOD, MI
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Alex Torrez, de 17 años de edad, tendrá que enfrentar a un jurado en la Corte de Circuito 17 en la ciudad de Grand Rapids, para responder a cargos de homicidio en el segundo grado. Él está acusado de haber ocasionado las muertes de David Torrez de 15 año de edad, un primo hermano y de Tara Oskam de 21 años, alumna de la universidad Calvin durante una persecución policial en marzo.
Durante la audiencia de causa probable del joven hispano el viernes, 19 de mayo, en la Corte de Distrito 62-B en Kentwood, un integrante de la Policía Estatal de Michigan testificó que el joven llegó a conducir a una velocidad de hasta 116 millas por hora por la Calle 52 y a 105 millas por hora por unos .3 a .4 segundos, y que los frenos del vehículo que manejaba no habían sido aplicados antes de impactar el auto que conducía Oskam en dirección norte por la avenida Broadmoor SE.
Tonisha Jones, una de seis personas que testificaron sobre lo que vieron y escucharon minutos antes del choque fatal, relató cómo su esposo primero se dio cuenta de que el carro que manejaba el acusado iba a una velocidad acelerada cuando dijo “¡Oh guau!”.
“Realicé que el vehículo iba muy rápido y que no iba a poder parar y me desvié hacia el lado derecho de la avenida”, dijo Jones, quien dijo iba a unos cuatro vehículos de distancia detrás del auto que manejaba la difunta Oskam. “El carro que se pasó el semáforo en rojo, impactó el vehículo que iba enfrente de mí y hubo una gran explosión”, agregó.
Michael Allen Dakin, quien dijo que manejaba un camión de carga por la avenida Broadmoor, también en dirección norte, testificó que vio unas luces a su mano izquierda que se movían rápidamente, vio el carro pasar la intersección (Calle 52 y avenida Broadmoor), escuchó un impacto y vio una bola grande de llamas.
Durante la audiencia de causa probable, el oficial Chris Bommarito, de la Policía Estatal de Michigan, presentó seis minutos y medio de video que capturó la persecución del 11 de marzo a las aproximadas 10 de la noche, en la que el hispano mantuvo a la policía a una distancia mientras manejaba a alta velocidad por la Calle 52 y en la que se detuvo y luego se pasó cuatro semáforos rojos, y luego el quinto donde ocurrió el accidente fatal.
Al igual, exhibió las imágenes de los carros que conducían, tanto la difunta Oskam como el acusado, que quedaron irreconocibles y donde también murió David Torrez de 15 años de edad.
La muestra del video cautivó a la galería total de espectadores, entre ellos unas 30 personas que estuvieron en la corte para apoyar a Chad Beisel, el novio de la difunta Oskam, y unas dos docenas de familiares y amistades de Torrez sentados directamente detrás del acusado, cuyos ojos estaban fijos sobre varias pantallas grandes que enseñaban la grabación de la persecución.
Durante la audiencia, Torrez, quien estaba sentado junto a su abogado en una silla de ruedas, su pie derecho envuelto en una banda, escuchó los testimonios con mínima expresión excepto cuando se presentó el video de la persecución, agachó la cabeza y luego les sonrió a sus familiares y amistades cuando los vio entrar de nuevo a la corte después de un breve receso.
Al ordenar que el caso del joven hispano proceda a juicio, el juez William G. Kelly dijo que estaba convencido de que Torrez sabía que sus acciones podrían tener resultados graves. También ordenó que se mantenga su fianza de $1 millón.
Tanto familiares de Torrez, como familiares de Oskam, lloraron abiertamente en la corte, abrazándose y consolándose unos a otros.
A la audiencia de causa probable llegaron muchos medios de comunicación, pero El Informador fue el único periódico en español presente para escuchar testimonios de lo sucedido, tomar fotografías del procedimiento judicial y ver las reacciones de las familias.
El sábado, 20 de mayo, hablamos con Deliza Hernández, de Wyoming, quien nos dijo que manejaba en dirección sur por la avenida Shaffer SE al norte de la Calle 52 en Kentwood, cuando el auto que conducía Torrez pasó frente a ella a una velocidad acelerada, y una patrulla con luces encendidas segundos detrás de él.
“Creo que cuando la policía esté persiguiendo a alguien y pueda leer las placas, debería detenerse y luego ir a la casa de esa persona y arrestarla”, dijo Hernández. “No creo que debería perseguir a las personas cuando manejan de manera ligera por las calles. Es ridículo”, agregó.