San Francisco, 9 sep (ELINFORMADORUSA/EFE News).-
Casi 200.000 hogares sufrieron cortes eléctricos durante la pasada madrugada en California, que podrían repetirse en las próximas horas a causa de los múltiples incendios que arden en el estado y como prevención para evitar que se declaren más.
El principal proveedor de energía eléctrica del estado, Pacific Gas and Electric (PG&E), ya alertó el fin de semana que podría tener que recurrir a cortes del servicio deliberados para evitar que el sistema se sobrecargue, puesto que la zona también se encuentra bajo una intensa ola de calor.
Los cortes del suministro eléctrico afectaron a 22 condados, entre ellos las regiones vinícolas de Napa y Sonoma, y ya hay otro anunciado para este martes en el condado de Kern, que podría extenderse a áreas vecinas.
La lógica tras los cortes es que, en un momento de enorme demanda de electricidad por el uso de aparatos de aire acondicionado y otros dispositivos para luchar contra el calor, la red puede sobrecargarse y emitir chispas que, dada la extrema sequedad del terreno y los fuertes vientos, inicien nuevos fuegos o aticen los ya existentes.
2020, EL AÑO CON MÁS SUPERFICIE CALCINADA
Fue precisamente el mal funcionamiento de una torre de alta tensión de PG&E el causante del incendio más mortífero de la historia de California en 2018, que engulló casi por completo la población de Paradise y se cobró la vida de más de 80 personas.
2020 ya es oficialmente el año con más superficie calcinada de la historia reciente de California, puesto que en lo que va de año se han quemado 890.308 hectáreas, superando así el récord establecido hace solo dos años, en 2018.
El gran temor de las autoridades es que esta cifra se ha alcanzado incluso antes de la que en los últimos años venía siendo la «temporada» de incendios, entre octubre y noviembre, y que este año se espera que sea especialmente peligrosa a causa de la extrema sequedad.
El estado se encuentra de lleno en la segunda oleada de incendios en pocas semanas, que esta vez se concentra en el centro y el sur californianos, a diferencia de la primera, a mediados de agosto, que tuvo su principal foco en el norte.