Por Leandro Robles
¡Hola! Al fin llegó el día que tanto esperábamos. Sí, ArtPrize está aquí. Comencé a disfrutarlo ayer, cerca del mediodía; aproveché que tenía unas horas libres y decidí pasar por centro. ¿Ya fueron? ¡Está precioso! Por la calle Monroe, van a encontrar muchas macetas desbordadas de arreglos florales en amarillo y rojo oscuro, muy de otoño ya. Me hizo acordar un poco a cuando camino por la avenida Michigan en Chicago.
Estacioné mi auto en la esquina del GRAM. Me paré un segundo en la esquina a disfrutar de cuánta gente había. La energía de una gran ciudad es cada vez más evidente en cada edición del concurso de arte más grande del mundo. Me dirigí al Museo de Arte de Grand Rapids a ver la exhibición. Este año me gustó mucho lo que vi.
Primero me llamó la atención una estructura abstracta de madera, que yacía casi suspendida en el suelo. La obra le pertenece a Emily Mayo y se llama “Kaphar”. Di la vuelta a toda la obra, como para estudiar y descubrir todos sus ángulos, despacito. Una vez que estuve completamente cautivado, leí la declaración de la artista: la obra es de madera rescatada de los incendios de casas del barrio en el que creció en Detroit. Si, Emily rescató y transformó en arte lo que seguramente fue dolor para quienes vivieron allí. A veces el arte tiene el poder de hacer eso, ¿no? Hacer algo bello de algo en ruinas. O crear algo bello y lleno de significado de la nada.
La segunda obra que me cautivó fue “Enmesh”, de Leroi DeRubertis. El trabajo de Leroi comprende de mini esculturas colgantes de cable (emulando quizás a Alexander Calder) que cubren 4 paredes casi por completo. Y crean imágenes, y estas proyectan sombras en las paredes que agregan otro plano más de análisis y profundidad a esta ambiciosa obra. Si centraba mi atención en una de las imágenes parecía que estaba viendo una caricatura, pero si me alejaba, veía todo un paisaje. Realmente sorprendente.
La tercera obra que descubrí fue la de Yuge Zhou. Se llama “Midtown Flutter”. La obra es una proyección de video sobre una pared. Pero la pared no es completamente plana, sino que tiene unas esculturas en medio de la pantalla. Estas esculturas crean la idea de muchas ventanas que le agregan tridimensionalidad y una preciosa complejidad a la proyección; allí uno puede ver la ciudad de Manhattan, siempre tan imponente.
La última obra que me llegó fue «The Language is Asleep» de Chris Vitiello. Allí Chris llenó las paredes de una esquina del museo de hojas de diccionarios que contienen poemas cortos y muy provocadores. Me llamó la atención uno que decía (en inglés) “si el taco no hubiese existido, ¿lo habrías inventado?”. La obra es interactiva, por lo que tomé una hoja y escribí sin dudarlo, “El español es un idioma muy bello, hablémoslo”.
Están todos invitados a recorrer y disfrutar del arte, los eventos y la energía de ArtPrize. No se lo pierdan, ¡hay tanto para descubrir!