Ampliación de una fotografía de la fallecida, Lizeth Alanis, que estuvo en exposición durante el servicio fúnebre en el Santuario San Francisco Xavier en Grand Rapids, el pasado viernes 29 de junio. (Foto: Joel Morales/ El Informador)
Por Joel Morales
El Informador
GRAND RAPIDS, MI
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Dos meses después de cumplir 44 años de edad, Lizeth Alanis, quien nació el 26 de abril de 1974 y padeció cáncer de ovarios durante varios años, fue despedida por familiares y allegados el viernes 29 de junio.
Más de 200 personas llegaron al Santuario de San Francisco Javier en Grand Rapids para el servicio fúnebre de la mujer mexicana, originaria de Monterrey, México, quien falleció el pasado domingo (24 de junio) y donde el padre José Luis Quintana ofició el mismo.
“En la casa de Jehová hay muchas mansiones; si no fuera así no se les hubiera dicho; voy pues, a preparar un lugar para ustedes”, pronunció el padre Quintana, dirigiéndose a Leo Vásquez esposo de la fallecida, a sus hijas, familiares, conocidos y asistentes en el servicio funeral, donde leyeron el libro del Santo Evangelio según San Juan de las Sagradas Escrituras.
Durante una hora y media, en el que Quintana habló sobre el gran ejemplo que dejó la difunta, expresando que Lizeth Alanis tenía muchísimas ganas de vivir, aprovechando cada día al máximo, explicando a la congregación que su tiempo en este mundo fue solo pasajero, comparándolo a las palabras que Jesús le dijo a sus discípulos.
“Vino de Monterrey a Michigan, su hogar temporal. Ojala que un día nos deje verla en su hogar permanente, y con el mismo Dios que nos ama y nos creó”, explicó el padre. “Al final, nuestra morada es igual al lugar que Dios le ha preparado a Lizeth en el cielo”, agregó.
Varios arreglos y una corona de flores, rosas blancas y rojas, adornaban el altar del santuario, donde se podía apreciar una fotografía de Alanis junto a una urna con sus cenizas.
A la conclusión del servicio funeral, se cantaron varios himnos por petición de la difunta, quien había planeado su despedida, y la cual era muy querida por todos.
Los asistentes en el funeral pasaron al frente donde se encontraba la familia, para saludarlos y darles el pésame al esposo e hijas de Lizeth Alanis.
“No estaba en sus manos ganar esta batalla, pero luchó con todas sus fuerzas contra el cáncer hasta el último día de su vida”, concluyó Quintana.