Alma Cooper, de Michigan y oficial del Ejército de Estados Unidos, fue nombrada Miss Estados Unidos este domingo, convirtiéndose en la tercera persona en ostentar el título este año tras la sorprendente renuncia de la ganadora de 2023.
La joven de 22 años, que posee un máster en ciencia de datos por la Universidad de Stanford, se impuso a otras 50 concursantes en un certamen que incluyó concursos de trajes de baño y vestidos de noche. Connor Perry, de Kentucky, y Danika Christopherson, de Oklahoma, fueron nombrados primer y segundo finalistas, respectivamente.
«Como hija de un trabajador inmigrante, orgullosa mujer afro-latina y oficial del Ejército de Estados Unidos, estoy viviendo el sueño americano», dijo a los jueces durante una sesión de preguntas y respuestas en la final del domingo. «Si hay algo que mi vida y mi madre me han enseñado, es que tus circunstancias nunca definen tu destino: Puedes hacer accesible el éxito exigiéndote excelencia».
Cooper fue coronada en el escenario por la anterior poseedora del título, la hawaiana Savannah Gankiewicz, que heredó la tiara en mayo después de que Noelia Voigt, de Utah, renunciara a ella en circunstancias muy controvertidas.
El deslumbrante evento televisado puso fin a tres meses de turbulencias para los organizadores del concurso, provocadas por la sorprendente dimisión de Voigt, y la de la entonces Miss Teen USA, UmaSofia Srivastava, de Nueva Jersey, apenas unos días después. En el espectáculo no hubo referencias explícitas a la controversia, aunque Gankiewicz describió su inesperada etapa de tres meses como Miss USA como «el reinado más singular de la historia».
Al anunciar su decisión a través de Instagram en mayo, Voigt atribuyó su renuncia a razones de salud mental. Pero los usuarios de las redes sociales no tardaron en darse cuenta de que la primera letra de las 11 primeras frases de su críptico mensaje rezaba «I am silenced» («Me han silenciado»), lo que desató rumores sobre un estricto acuerdo de confidencialidad.
Su carta de dimisión, obtenida más tarde por CNN, alegaba retrasos en la recepción de premios y un «ambiente de trabajo tóxico» que «en el mejor de los casos, es una mala gestión y, en el peor, es intimidación y acoso». Voigt también afirmó haber sido acosada sexualmente durante una aparición pública debido a que la organización de Miss USA no le proporcionó un «controlador eficaz».
Srivastava, que ganó el concurso Miss Teen USA (un certamen paralelo, bajo la misma propiedad, para concursantes de 14 a 19 años), atribuyó su dimisión a un choque de «valores personales» con la organización Miss USA. Las madres de ambas mujeres aparecieron entonces en el programa Good Morning America, y la madre de Srivastava, Barbara, dijo que las reinas de la belleza habían sido «maltratadas, abusadas, intimidadas y acorraladas», y que «el trabajo de sus sueños se convirtió en una pesadilla».
Los organizadores y la empresa matriz de los concursos, la Organización Miss Universo, no respondieron a las peticiones de comentarios de CNN en el momento de la doble dimisión. La presidenta de Miss USA, Laylah Rose, emitió un comunicado a finales de mayo, recogido por Los Angeles Times, en el que refutaba las acusaciones de Voigt.
Nuevas reglas, primicias
La velada comenzó con una eliminación, en la que las 51 concursantes se redujeron a 20 según las puntuaciones de los jueces en el concurso preliminar del sábado. Los resultados de un concurso de trajes de baño redujeron el número de participantes a 10 antes de un desfile de trajes de noche.
A las cinco finalistas se les planteó la misma pregunta: «¿Cómo podemos tender puentes entre culturas diferentes y fomentar la comprensión y el respeto?».
En la final televisada, presentada por Garcelle Beauvais, de «The Real Housewives of Beverly Hills», y Keltie Knight, presentadora de E! News, el concurso volvió a California por primera vez desde 2007.
Entre los jueces se encontraban el diseñador de zapatos Jojo Bragais y las ex Miss USA Carole Gist y Lu Parker.
Este domingo se celebró por primera vez el certamen de Miss USA desde que su propietaria, la Organización Miss Universo, eliminó la restricción de edad que prohibía participar a las mujeres mayores de 28 años. Varias finalistas se beneficiaron de la nueva norma, entre ellas Kristina Johnson, de Arizona, de 41 años, y concursantes de Montana, Dakota del Norte, Maryland e Indiana, todas ellas treintañeras.
En otras primicias, Bailey Anne Kennedy, de Marylsteand, se convirtió en la primera concursante transgénero de su estado en presentarse a la final, y Shavana Clarke, de Connecticut, llegó como la «primera titular estatal de Miss USA abiertamente lesbiana», según los organizadores.
La final de este domingo se produce tres días después de que Addie Carver, de Mississippi, fuera nombrada Miss Teen USA, un título que había quedado vacante desde la dimisión de Srivastava (la primera finalista del año pasado, Stephanie Skinner, declinó aceptar el título). Carver, de 17 años, es profesora de danza, animadora y coreógrafa, y ha utilizado su plataforma para hablar de la salud mental de los jóvenes, contando a los jueces sus propias luchas tras la muerte de su padre. «Como próxima Miss Teen USA, mi misión es hacer saber que todas las niñas que son como yo nunca están solas», dijo en el escenario este jueves por la noche.
Cooper competirá ahora en el concurso Miss Universo 2024, que se celebrará en México a finales de este año.