Los Ángeles (EE.UU.), 12 ene (ELINFORMADORUSA/EFE).-
La Corte Suprema de Estados Unidos aceptó este viernes considerar el caso de un salvadoreño a quien se le negó el reingreso al país en parte por sus tatuajes, que autoridades migratorias consideraron evidencia de que pertenecía a un grupo criminal.
Luis Acensio Cordero, de 47 años, era en 2008 un inmigrante indocumentado cuando conoció a la ciudadana estadounidense Sandra Muñoz, una abogada de derechos civiles con la que se casó dos años más tarde.
En 2013 el centroamericano solicitó su ‘tarjeta verde’ de residencia permanente con base a la ciudadanía de su esposa.
Dos años más tarde, el latino regresó a El Salvador para lo que la pareja creía que sería su cita final en el consulado estadounidense.
Durante la entrevista le pidieron que se desnudara y tomaron fotos de sus tatuajes: la Virgen de Guadalupe, máscaras de teatro, dados y naipes, que son para él recuerdos de su infancia y expresión de su fe católica.
Un oficial consular le preguntó sobre sus antecedentes penales y él describió un arresto de tres días por una pelea con un amigo, caso por el que no se presentaron cargos.
Seis meses después el salvadoreño recibió una notificación de que su solicitud de residencia había sido rechazada, negándosele en consecuencia la visa para regresar a Estados Unidos.
En 2017 presentó una demanda ante una corte de distrito en California y supo que le habían negado la residencia porque el Gobierno creía que era miembro de la banda criminal MS-13 con base en la entrevista, su supuesto historial criminal y sus tatuajes.
Desde entonces el latino, que niega haber pertenecido alguna vez a una organización criminal, no ha podido regresar a EE.UU. y vive apartado de su esposa, de 54 años, y de su hija, de 17.
En octubre de 2022 la Corte de Apelaciones del Noveno Circuito concluyó que el Gobierno federal había violado los derechos fundamentales de Muñoz como ciudadana al negarle la entrada a su esposo.
Pero el Gobierno que preside el demócrata Joe Biden impugnó la resolución y ahora el caso será revisado por la Corte Suprema.
Si el máximo tribunal estadounidense hubiera declinado asumir el caso, la decisión de la corte de apelaciones hubiese prevalecido y los abogados del inmigrante creen que hubiera podido regresar a Estados Unidos.
El resultado del caso podría tener importantes repercusiones para inmigrantes en situaciones similares a las de Acensio Cordero porque es extremadamente inusual ganar desafíos a las negativas del Gobierno a conceder visas.