Washington, 19 abr (ELINFORMADORUSA/EFEUSA).- Un estudio dado a conocer hoy reveló que los estadounidenses temen cada vez más los posible fallos de la tecnología de los vehículos autónomos a medida que se acerca el momento en el que empezarán a circular en las carreteras del país.
El estudio, realizado por la firma J.D. Power, también constató las diferencias generacionales a la hora de confiar en las nuevas tecnologías que hacen posible la conducción automática.
Un 49 % de los llamados «baby boomers», nacidos entre 1946 y 1964, señalaron que su principal preocupación en los vehículos autónomos son los fallos o errores tecnológicos, mientras que esa cifra cae hasta el 30 % en la «generación z» (entre 18 y 28 años).
Y lo que es más importante, esas cifras de los que dicen no confiar en la tecnología autónoma han aumentado en comparación con el año pasado: once puntos porcentuales entre la «generación z» y nueve puntos entre los «baby boomers».
Kristin Kolodge, de J.D. Power, señaló en un comunicado que «en la mayoría de los casos, a medida que los conceptos tecnológicos se hacen realidad, la curiosidad y aceptación de los consumidores aumenta».
«Con los vehículos autónomos, vemos un esquema en el que la confianza provoca el interés en la tecnología y ahora mismo, el nivel de confianza está cayendo», añadió Kolodge.
Kolodge también destacó que un 40 % de los «baby boomers» «no ve ningún beneficio en los vehículos autónomos».
Pero al mismo tiempo, tecnologías que harán posible los vehículos autónomos, como la protección ante colisiones y la ayuda a la conducción, despiertan cada vez más interés.
En estas categorías se incluyen sistemas como los de freno de emergencia, cambio de carril, cámara trasera, faros inteligentes o control de velocidad inteligente.
Kolodge especuló que «la conducción automática es un concepto nuevo y complejo para muchos consumidores; tendrán que experimentarlo personalmente para entenderlo completamente».
«A medida que sistemas como el control de velocidad inteligente, el frenado automático o el aviso de punto muerto de visión se hacen más normales, los compradores ganarán más confianza en retirar las manos del volante y permitir que sus vehículos intervengan para prevenir errores humanos», explicó.
El estudio de J.D. Power fue realizado entre enero y febrero de este año con respuestas proporcionadas a través de internet por 8.500 personas que compraron un vehículo nuevo en los pasados cinco años.