Miami (EFE)
Las ingresos económicos de los beneficiarios de la Acción Diferida (DACA) son entre dos y tres veces mayores que los de los «soñadores» que no califican para este programa federal que da permiso temporal de trabajo y residencia en los Estados Unidos, según un estudio. El reporte, dado a conocer esta semana por la Universidad de Texas en San Antonio (UTSA), señala que estas mayores ganancias cuantificables en factores socioeconómicos se dieron en todos los indicadores.
El autor del estudio, Richard Jones, profesor del Departamento de Ciencias Políticas y Geografía de la Facultad de Liberales y Bellas Artes de la UTSA, analizó los ingresos de más de un cuarto de millón de inmigrantes. Utilizando datos de la Oficina del Censo, el docente hizo un seguimiento de los dos grupos en valores como los ingresos, el empleo profesional y la finalización de un título universitario de cuatro años. Según el análisis de Jones, los beneficiarios de DACA experimentaron un aumento sustancial en la matrícula universitaria, un incremento en la tasa de éxito de sus estudios superiores y tuvieron más oportunidades para ingresar a trabajos «profesionales», aquellos que requieren un cierto nivel de educación, habilidad o capacitación como médicos, profesores, contables o abogados, entre otros muchos.
En concreto, señala el comunicado de UTSA, el número de beneficiarios de DACA con una licenciatura en artes se triplicó de 2012 a 2016, lo que representa la mitad de todos los beneficiarios de DACA con educación universitaria. El logro de un empleo para los beneficiarios de DACA creció un 34 % y en 2016 el ingreso anual promedio para los beneficiarios de este amparo migratorio con un título universitario en letras fue de 30.179, mientras que los «soñadores» con la misma formación pero que no están protegidos ingresaron 4.500 menos en promedio. Jones indicó que estos datos demuestran la importancia que tiene DACA, envuelto en disputas judiciales y políticas, y que si el programa se cierra de forma definitiva la economía del país se vería afectada.
En su opinión, el estudio demuestra que los inmigrantes indocumentados que llegaron al país siendo niños y no están protegidos por DACA enfrentan un «crecimiento profesional limitado y un estancamiento de los ingresos». Por contra, los beneficiarios de DACA muestran una progresión profesional «significativa con la consecución de trabajos más profesionales y un aumento de los ingresos». El Gobierno del presidente, Joe Biden, presentó esta semana una versión revisada de este programa DACA que ha protegido de la deportación a cientos de miles de inmigrantes, en un esfuerzo por superar las querellas en tribunales que amenazan su existencia.
La normativa, según el Gobierno, pretende «fortalecer y preservar» este amparo creado en 2012 por el entonces presidente, Barack Obama, y que beneficia actualmente a casi 600.000 inmigrantes. La nueva propuesta se da después de que un juez federal en Texas dictaminó en julio pasado que DACA es ilegal y, si bien lo mantuvo en operaciones, prohibió que el gobierno acepte nuevas solicitudes de decenas de jóvenes migrantes.