Los Ángeles, 1 abril (ELINFORMADORUSA/EFE News).-
Tras una investigación conjunta de agencias federales entre las que se cuentan la oficina antidrogas (DEA) y la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) entre otras, se logró el hallazgo del túnel de una extensión de 2.000 pies (609,6 metros) el pasado19 de marzo.
Los agentes incautaron dentro del pasadizo aproximadamente 1.300 libras de cocaína, 86 libras de metanfetamina, 17 libras de heroína, 3.000 libras de marihuana y más de dos libras de fentanilo. Esta es la primera vez que en la historia de San Diego que se logra una incautación en la que se encontraron cinco tipos diferentes de drogas dentro de un túnel.
El valor total en la calle de las drogas incautadas se estima en 29,6 millones de dólares.
«Estos túneles muestran la determinación de las organizaciones de narcotraficantes de subvertir nuestros controles fronterizos y contrabandear drogas mortales a nuestra comunidad», dijo en un comunicado el agente de la DEA John W. Callery.
Callery agregó que las recientes incautaciones también muestran la dedicación de las autoridades para localizar y cerrar estos túneles a pesar de la actual pandemia de COVID-19.
Los agentes estiman que el túnel existe desde hace varios meses debido a la construcción avanzada observada en varias partes del pasadizo, que incluía paredes reforzadas, ventilación, iluminación y un sistema ferroviario subterráneo.
Con una profundidad promedio de 31 pies (9,4 metros), el túnel comunicaba un almacén en Tijuana, México, con una bodega en el área de Otay Mesa de San Diego.
En enero pasado las autoridades hallaron el túnel clandestino más largo de entre San Diego y Tijuana con más de 1,3 kilómetros de longitud.
El pasadizo tenía aire acondicionado, un elevador, un sistema de rieles y un carrito similar a los que se utilizan en proyectos de minería, además de un sistema de iluminación con cableado, suministro eléctrico de alto voltaje y drenaje.