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Por Héctor Loya/EL INFORMADOR
Washington. – El Gobierno de Estados Unidos siguió este sábado muy de cerca la tensa situación que se vivió en Venezuela, con múltiples llamados en las redes sociales para que dejen entrar la ayuda humanitaria internacional y cesen los ataques hostiles y violentos de las fuerzas de seguridad y militares dirigidos por el dictador Nicolás Maduro.
«Partidarios enmascarados, civiles asesinados por munición nacional y el incendio de camiones llevando comida y medicinas desesperadamente necesitadas. Esto ha sido la respuesta de Nicolás Maduro a los esfuerzos pacíficos para ayudar a los venezolanos», indicó John Bolton, asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca en su cuenta de Twitter, donde publicó varios comentarios sobre la situación.
«Los países que todavía reconocen a Maduro deberían tomar nota de lo que están apoyando», afirmó Bolton, quien anunció que había cancelado un viaje a Corea del Sur este fin de semana para centrarse en los acontecimientos de Venezuela. «El mundo está observando y los perpetradores de la violencia deberán enfrentarse a la justicia», agregó.
Por otra parte, la portavoz de la Casa Blanca Sarah Sanders, advirtió: «Cualquier atroz violación de los derechos humanos por parte de Maduro y los que están bajo su mando no quedarán impunes. Estados Unidos exige a los militares venezolanos que cumplan con su deber constitucional de proteger a los ciudadanos de Venezuela. El ejército venezolano debe permitir que la ayuda humanitaria ingrese pacíficamente al país. El mundo los está observando hoy».
Durante toda la jornada, altos funcionarios del Ejecutivo estadounidense, con Bolton a la cabeza, no dejaron de emitir mensajes a través de las redes sociales comentando la situación que estaba enfrentando Venezuela.
Por su parte, el presidente Donald Trump comento en su cuenta de Twitter: «El pueblo de Venezuela se encuentra en el umbral de la historia, listo para reclamar su país y su futuro» además subió un video en el que pronunciaba esas palabras en un discurso ante la comunidad venezolana en Miami el pasado lunes. «Que Dios bendiga al pueblo de Venezuela», había tuiteado horas antes.
La Casa Blanca amenazó con deportar a los familiares de los militares venezolanos que se encuentran en Estados Unidos, sino cumplían con su deber.
A media jornada, el vicepresidente estadounidense, Mike Pence se sumó a la causa con un mensaje desde Twitter: «A Juan Guaidó y a todos los venezolanos que defienden la libertad y la ayuda humanitaria: Estamos con ustedes. Como dijo el presidente Trump: El pueblo de Venezuela defiende la libertad y la democracia, y Estados Unidos está de pie junto a ellos. ¡Vayan con Dios!».
Según lo agendado Pence viajará este lunes a Colombia para participar en la cumbre del Grupo de Lima en Bogotá en la que expresará su respaldo por el presidente del Parlamento venezolano, Juan Guaidó, que se proclamó presidente interino hace un mes.
Uno de los más activos en las redes sociales ha sido el senador republicano de Florida Marco Rubio, quien denunció que «el régimen de Maduro está tratando de impedir el paso de camiones con ayuda humanitaria», aunque vaticinó que no será «capaz» de superar «la irreversible decisión de vivir en libertad» de los venezolanos.
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