Washington, 10 feb (ELINFORMADORUSA/EFE News).-
«El censo es uno de los fundamentos de la democracia y debe contar a todas las personas que viven en el país, sin que importe el género, la raza, la edad, o si son ciudadanos o no», dijo en conferencia de prensa el director ejecutivo de NALEO, Arturo Vargas.
Un motivo mayor de preocupación entre los latinos y otras minorías inmigrantes, recordó Vargas, es el intento del Gobierno del presidente Donald Trump por incluir en el cuestionario del censo una pregunta sobre ciudadanía.
«Después de demandas, fallos, apelaciones y todo el proceso hasta el Tribunal Supremo de Justicia, esa pregunta no estará en el censo ese año», apuntó. «Pero hay mucha gente que todavía cree que se les preguntará si son o no son ciudadanos, y eso hay que aclararlo».
Por mandato constitucional el censo se realiza cada diez años en EEUU y sus resultados determinan la representación de cada Estado en la Cámara de Representantes del Congreso Federal y en el Colegio Electoral, y la distribución de cientos de miles de millones de dólares en programas para escuelas, asistencia médica, obras públicas y vivienda.
El Censo de 2020, que se prevé que certifique que la población de EE.UU. supera los 329 millones de personas, será no sólo el mayor en la historia del país sino también el primero que se llevará a cabo principalmente por internet.
Hacia el 1 de abril se espera que todos los hogares del país hayan recibido la invitación de la Oficina del Censo para responder al cuestionario ya sea por internet o remitiendo por vía postal el formulario de papel.
«En nuestra encuesta encontramos que la mayoría de los latinos prefiere responder al cuestionario en papel, enviando el formulario por correo, o prefieren ser enumerados personalmente», dijo Vargas. «Es muy importante el papel que desempeñan los medios de comunicación social en español para difundir la información a nuestra comunidad».
NALEO y otras organizaciones que representan minorías han expresado su preocupación porque el temor o la falta de educación acerca de la importancia de este censo resulte en un conteo insuficiente de sectores de la población que más necesitan asistencia pública y representación política.
El estudio de NALEO encontró que el 77 % de los latinos entiende que sus comunidades se beneficiarán más con la participación, pero el 75 % de quienes respondieron a su encuesta teme que el gobierno de Trump use la información en perjuicio de los inmigrantes.
«En nuestros grupos de consulta, cuando se presentó una prueba similar al cuestionario del Censo 2020, los participantes expresaron preocupación acerca de revelar información específica sobre ellos mismos o los miembros de su hogar», indicó el informe
«Casi todos compartieron la opinión de que los latinos que no son ciudadanos estadounidenses no querrán participar una vez que vean las preguntas incluidas», añadió. «Y quienes no son ciudadanos ven más riesgos personales en la participación».
El 73 % de los encuestados por NALEO indicó que quienes no son ciudadanos temen que las agencias de inmigración usen la información que dan al censo contra ellos o sus familias y están más inquietos acerca de dar información personal».
Hay asimismo una diferencia de percepciones acerca del censo relacionada con las edades, ya que el 54 % de los latinos de menos de 40 años de edad mostró reparos en dar los nombres de otros miembros en su hogar, en tanto sólo el 40 % de los mayores de esa edad comparten la preocupación.
El 49 % de los latinos más jóvenes cree que la información del censo se pasa a las autoridades de inmigración para ubicar a las personas, comparado con sólo el 29 % de los mayores de 40 años de edad.
De esta forma muchos desconocen o no creen que se cumpla la ley que prohíbe el uso de la información del censo a otras agencias del gobierno.
Vargas señaló que persiste la confusión acerca de cómo debe responderse en el cuestionario del censo la pregunta sobre «raza» y muchos latinos creen que se ha cubierto el asunto respondiendo a la pregunta acerca de su origen hispano.