Editorial por Luis Molina
Hoy en día es tan común ver que los niños en las escuelas tomen actitudes crueles y ofensivas contra sus compañeros, especialmente contra los más vulnerables.
Los niños con sobrepeso, con lentes, con problemas de aprendizaje, con alguna discapacidad física, latinos, con piel de color son los más vulnerables, simplemente por sus condiciones son blancos de ataques por los niños que se autodenominan “normales” y a ellos los tachan de ser los que no están bien y los hacen sentir que no pertenecen a la sociedad.
Estas actitudes simplemente son inaceptables porque como medio de comunicación he recibido muchas denuncias de padres que ven como sus hijos sufren este tipo de discriminación.
Incluso me ha tocado ver en redes sociales y periódicos de otros lados como niños se quitan la vida por estar sufriendo y se suicidan para ya no estar sufriendo este tipo de males.
Los niños sienten más que nadie la crueldad y el maltrato por parte de otro niño, ahora es muy fácil herir la susceptibilidad de los pequeños los cuales para mala fortuna son cada vez más débiles en sus emociones.
Y lo peor de esto es que a veces estas prácticas las aprenden de los mismos familiares, incluso de sus padres quienes humillan a otros adultos. O incluso como una forma de sacar la frustración que sienten porque reciben maltrato en su casa.
Este es un llamado para los padres de familia, para que eduquen a sus hijos en valores y desde su hogar, es muy fácil culpar a los profesores, pero recuerden que la primera escuela es la casa y los hijos solo son el reflejo de sus padres, hay que cuidarlos para que se conviertan en niños y jóvenes de bien y no molesten a sus compañeros ni por sus capacidades, físico, idioma y color de piel.
