
Editorial por Luis Molina
Decirle que no a un amigo cuando te pide dinero prestado es incómodo, pero decirle que no a un familiar se siente como una traición. Cuando me he negado a prestar dinero, no puedo dejar de pensar que soy una mala persona. Porque en mi familia, ayudar con dinero es una forma de mostrar afecto, incluso a costa de tu estabilidad, pero, ¿qué tan sano es siempre ceder ante esa presión?
Existen un sinfín de frases relacionadas con este tema como, por ejemplo: “la familia es primero”, “la familia lo es todo” y “la familia está en las buenas y en las malas” y eso refuerza la lealtad que supuestamente debemos tener, pero al negarse a prestar dinero muchos sienten que se rompe y como lo dije muchos lo toman a traición y hasta te dejan de hablar por este motivo.
Sin embargo, prestar dinero a un familiar que puede parecer un gesto de apoyo incondicional o cariño, también puede ocasionar serios problemas tanto financieros como personales.
Y uno de ellos. Y el que casi siempre sucede, es la falta de responsabilidad por parte del deudor: En muchos casos, los familiares no asumen el compromiso con la seriedad necesaria, lo que puede resultar en un incumplimiento de pago.
Otro es que al haber confianza de por medio nos da pena establecer reglas y préstamos dinero sin acuerdos claros lo que genera malentendidos.
Por ende, cuando el dinero no se devuelve a tiempo o llega en pagos parciales, puede desequilibrar tus finanzas personales y ponerte en aprietos económicos.
El tener que estar cobrando de manera constante o lidiar con la falta de pago puede provocar discusiones y generar distanciamiento, afectando tu salud emocional.
Debemos entender que decir «no» cuando te piden prestado no significa ser egoísta, sino priorizar tu estabilidad financiera. El egoísmo se podría aplicar cuando nos negamos a ayudar, sin tener en cuenta las circunstancias y especialmente si tenemos la capacidad de hacerlo. Por otro lado, cuidar de tu estabilidad financiera implica tomar decisiones que prioricen tu presupuesto y tus objetivos financieros.
Y no quiero que malinterpreten mis palabras cada quien es libre de hacer con su dinero lo que quiera y puede prestárselo a quien desee, pero antes de decir sí, es importante revisar sus ingresos, presupuesto personal y planes a futuro. No prestes más allá de lo que puedes permitirte, y por último no te sientas culpable por no tener dinero o por no poder prestar, el costo de la vida ha aumentado de manera importante en los últimos años, no te endeudes solo para cumplir con la expectativa de ayudar. No tener dinero para prestar no te hace una persona menos exitosa ni menos valiosa.