Phoenix (EE.UU.), 8 nov. (ELINFORMADORUSA/EFE).-
No todo son fiestas, celebraciones y griteríos de júbilo con la derrota de Donald Trump en las elecciones, como en Nueva York, Los Ángeles o Washington D.C. El otro EE.UU., la «América profunda», ha salido a las calles con protestas masivas ante las proyecciones de los medios que dan como ganador de los comicios presidenciales al demócrata Joe Biden.
Un claro ejemplo es la manifestación de más de 2.000 seguidores de Trump enfrente del Capitolio estatal de Arizona, en Phoenix. Las consignas colectivas; «es culpa de los medios de comunicación falsos», «va a ser reelegido» y «lucharemos hasta el final», hacen presagiar que la incertidumbre y la agitación civil pueden seguir a la victoria de Biden.
Y también denotan que la base de votantes de Trump no acepta ni aceptará el resultado de las elecciones: Las palabras «fraude», «corrupción» y «robo» estaban en boca de absolutamente todos los asistentes a esa protesta, aupada por los comentarios en esa línea del mandatario, desde la Casa Blanca.
«CON MUCHA RABIA»
El ambiente que se respira en la manifestación es de crispación, enfado e, incluso, desespero ante la idea de que un político «comunista» como Biden, según ellos, gobernará la primera potencia mundial.
Así lo comenta a Efe la latina Beatriz, una mujer de unos 60 años que viste gafas de sol, un sombrero estilo texano con la imagen del presidente saliente y una mascarilla con la bandera estadounidense en la que se lee «Trump 2020».
«Estoy muy enojada, con mucha rabia porque se lo robaron (las elecciones) (…) No tenemos ley, somos comunistas», dice, en español, mientras la multitud exclama «USA, USA!» (¡EE.UU., EE.UU.!).
Como ella, cientos de personas expresan su insatisfacción a gritos, con episodios cercanos a la locura. Una locura colectiva.
ARMAS POR TODAS PARTES
Al ambiente crispado se suma una alta presencia de armas. Rifles, escopetas, pistolas y hasta cuchillos, según pudo ver Efe.
Este cóctel provoca que la mayoría de corresponsales y periodistas locales lleven con ellos uno o dos guardaespaldas que les siguen a todas partes, después de varios episodios de increpación por parte de los seguidores más radicales del presidente saliente.
«No voy a hacer nada, pero hay que estar prevenidos contra los ‘antifa», comenta a Efe un hombre al que no se le ve el rostro y que no quiere salir en cámara. «Viva EE.UU.», se despide, exclamando y sonriendo.
Ante esta situación, una organizadora de la campaña de Trump que no quiso revelar su identidad intenta tranquilizar a un grupo de periodistas asegurando que «en el fondo, son buenas personas».
ODIO AL «SOCIALISMO»
El principal motivo que argumentan todos los simpatizantes de Trump de por qué «odian» a Biden, que en su larga etapa de senador fue uno de los más moderados del Partido Demócrata, es porque, según ellos, traerá «el socialismo» a Estados Unidos; una creencia que ha sido instigada desde la Casa Blanca de Trump.
«Estoy aquí porque yo creo en la república de Estados Unidos y pienso que los demócratas representan al socialismo. No estoy de acuerdo porque se ha visto en muchos países del mundo que no funciona», señala a Efe otro latino, que prefiere no revelar su nombre.
Previo a aceptar a hablar, el hispano, de unos 35 años, interroga a Efe sobre su procedencia e intenciones porque «los medios de EE.UU. han destruido al país y son escoria pura».
La latente exasperación de los seguidores de Trump ante el resultado de las elecciones proyectado por la mayoría de los medios del país vislumbra unos días complicados, largos y con posibles disturbios en el otro EE.UU., la «América profunda» en la que el presidente saliente tiene más tirón.