Editorial por Luis Molina
En la semana se inauguró el nuevo aeropuerto de México, el aeropuerto Felipe Ángeles, un aeropuerto que desde mi parecer es hermoso y fue construido en tiempo y forma con un presupuesto correcto.
Sin embargo, la belleza y el buen trabajo han sido ensombrecidos por los mismos mexicanos que como siempre aprovechan la situación para vender sus cosas en pleno día del estreno, sin ningún tipo de permiso, sin locales y sin las medidas de higiene correspondientes.
Y ojo no quiero que se malinterpreten mis palabras porque yo soy de los que cree qué hay que apoyar a los microempresarios y pequeños negocios para que crezcan, sin embargo, da muy mal aspecto que en un lugar así el gobierno no les dé un están para que puedan estar sin preocupación alguna.
El gobierno debe poner manos a la obra en ese sentido y efectivamente dar la oportunidad de trabajar y sobre todo impulsar la gastronomía mexicana que es lo que todos buscan al visitar nuestro México, pero bajo las vías correctas, con las medidas de higiene correctas, con los protocolos correctos.
En fin, muchos criticaron en las redes sociales el hecho que hasta tacos de pastor estaban montados y unas buenas tlayudas fueron el éxito de ese día.
Muchos dijeron que estaba mal y otros que estaba bien, y en resumidas cuentas la gente solo está ganándose la vida pero volvemos al punto mediático de este editorial que debe existir un punto designado para que ellos puedan hacer crecer su negocio, con las medidas de higiene correctas y donde nadie los pueda criticar o molestar o peor aún cerrarles su negocio.
