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En esta semana vivimos un acontecimiento que suele congregar a la familia y festejar con los hermanos, los tíos, los primos y los más vulnerables del hogar, los abuelitos.
Esta festividad llamada Día de Acción de Gracias, una tradición americana, ha sido adoptada por los hispanos que vivimos en los Estados Unidos, misma que suele congregar a familias en la casa de los abuelos, sin embargo el que ya lo festejó de esta manera debe tomar en consideración que le pudo haber llevado a su familia o haber contagiado de ellos el virus del coronavirus.
Durante la semana una de las advertencias principales por parte de los expertos de salud fue que no se congregaran a festejar este tipo de eventos, ya que el riesgo de contagio era muy alto, ahora si le agregamos que estamos a pie de puerta en el mes de diciembre y que con el vendrán festejos como posadas, navidad y año nuevo, la posibilidad de contagiarse será mucho mayor para quienes se reúnan a festejarlas.
Lo peor del caso es que como hispanos, principalmente los mexicanos, tenemos la costumbre de ir a la casa de los abuelos para reunirnos con toda la familia para este tipo de festejos y si no tenemos ni el distanciamiento, ni usamos cubrebocas el peligro de contagiar o salir contagiado va a ser muy grande.
Lo malo de esto es que si nuestros abuelitos, el sector más vulnerable, salen contagiados son los que corren el riesgo de morir.
Como medio de comunicación exhortamos a todos a que tomen precauciones, sobretodo en el sentido de que si se cuidan hoy el próximo año y muchos más, podrán disfrutar a todos los miembros de su familia y no se convertirá en el recordatorio de un aniversario luctuoso por algo tan sencillo que se pudo haber evitado.