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Estados Unidos al frente de una nueva guerra fría, ¿cómo pretende ganarla?

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Opinión por Héctor Loya

Parece que Estados Unidos ha iniciado una nueva guerra fría con China y Rusia a la vez. Y la dirigencia estadunidense la presenta como una confrontación entre la democracia y el autoritarismo, lo cual resulta sospechoso, sobre todo cuando esa misma dirigencia corteja activamente a un violador sistemático de los derechos humanos como Arabia Saudita.

Estados Unidos fue durante dos décadas el número uno indudable y no quiere que lo destronen. Pero que China lo supere en lo económico es sencillamente inevitable, cualquiera sea el indicador oficial que se use. No sólo su población es cuatro veces mayor a la de Estados Unidos, sino que su economía también creció al triple durante muchos años, de hecho, ya superó a Estados Unidos por paridad del poder adquisitivo en 2015.

Aunque China no haya lanzado un cuestionamiento estratégico directo a Estados Unidos, las señales son claras. Este frente de la nueva guerra fría ya estaba abierto mucho antes de la invasión rusa a Ucrania; después de lo cual, altos funcionarios estadunidenses exhortaron a que la guerra no desvíe la atención de la amenaza real a largo plazo.

Pero un país en “guerra” necesita una estrategia, y Estados Unidos no puede ganar una nueva carrera entre grandes potencias solo; necesita amigos. Sus aliados naturales son Europa y las otras democracias desarrolladas de todo el mundo. Pero Trump hizo todo lo posible por alejarlas, y los republicanos (que todavía están completamente atados a él) han dado amplios motivos para dudar de que Estados Unidos sea un socio fiable.

Para congraciarse con el mundo, Estados Unidos tendrá que recuperar mucho terreno perdido. Su larga historia de explotar a otros países no ayuda, como tampoco su profundamente arraigado.

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Europa y Estados Unidos son muy buenos para dar lecciones a otros sobre lo que es moralmente correcto y económicamente razonable. Pero el mensaje termina siendo “haz lo que yo digo y no lo que yo hago”.

Estados Unidos sabrá hacer los mejores bombarderos y sistemas misilísticos del mundo, pero aquí no nos servirán de nada.