Por Joel Morales
El Informador
GRAND RAPIDS, MI
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En septiembre del año pasado y a raíz de la crisis del plomo en el agua de Flint, la Comisión del Condado de Kent formó un comité especial para investigar y resolver la exposición del plomo a los niños para fines del año presente, en especial en las viviendas viejas del área.
Fue resultado de un reporte del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Michigan, que reveló que el código postal “49507” contenía la mayor cantidad de niños envenenados por el plomo en el estado. Esto puede ocasionarle daños a los órganos internos, la hiperactividad, un coeficiente intelectual más bajo, como el comportamiento agresivo en algunos menores.
El miércoles, 15 de febrero, el comité escuchó las presentaciones de Dr. William Bush, médico pediatra del hospital Helen DeVos Children’s, Dr. Bryan Judge, médico de Spectrum Health y de Gustavo Rotondaro, de Métrica, LLC, todos expertos en el área del envenenamiento del plomo.
El Dr. Bush dijo que el 80% de las viviendas en la ciudad de Grand Rapids fueron construidas antes del 1978, y como consecuencia, las personas que viven en ellas podrían estar en riesgo del envenenamiento del plomo.
También, que el impacto del plomo en los niños, es un impacto lento y que no existe ningún nivel seguro de plomo. Dijo que el plomo se puede acumular en los huesos y esparcirse a otros órganos del cuerpo, y que los niveles del plomo pueden aumentarse después del tratamiento debido a que es conservado en los huesos.
“¿Hay barreras culturales o económicas en esto?”, le preguntó Adam London, el oficial administrativo de salud del Departamento de Salud del Condado de Kent y uno de los miembros que forma parte del comité.
“No creo”, le respondió el médico. “No hay una falta de proveedores (lugares de tratamiento del plomo), solo no sé si la comunidad está utilizando los proveedores”, agregó.
Sin embargo, y de acuerdo con el Dr. Judge quien le dijo al comité que ha tratado a decenas de niños con niveles elevados del plomo, el cuidado sobre el plomo ha sido exagerado y que existe una metodología pobre en cuanto a los estudios del plomo.
“Yo he tratado a muchos niños. Una buena crianza, una buena dieta y una buena educación, son cosas que pueden ayudar a reducir la absorción del plomo”, dijo el médico, lo que ocasionó que Connie Bohatch, directora de servicios comunitarios de la ciudad y una de más de una docena de integrantes del comité, le preguntara cómo una buena crianza impactaba el plomo en las familias.
“Solo voy a decir que un hogar donde existe el amor puede hacer una diferencia. Todos tenemos nuestros propios prejuicios y habilidades de criar a nuestros hijos”, le contestó el Dr. Judge.
Durante un receso breve, le preguntamos a Bohatch si la respuesta del médico había sido satisfactoria para ella, a lo que nos respondió que no.
Rotondaro, consultante, diseñador de información y visualizador de datos quien consigue y analiza información para luego compartirla con organizaciones y agencias del área, compartió una presentación visual, demostrando los niveles del plomo en las viviendas antiguas, cómo el nivel ha bajado en las casas nuevas, tanto en Grand Rapids como en el Condado de Kent.
El consultante, originario de Venezuela, dijo que los niveles más altos de plomo tienden a ser asociados con viviendas de valores menores y en los vecindarios pobres.
El comité le pidió recomendaciones a los expertos en cómo proceder con sus investigaciones del plomo, acordando considerar la educación apropiada y más exámenes de los niños en las áreas afectadas, en especial el código postal identificado como más susceptible, entre otras cosas.
