El Informador
GRAND RAPIDS, MI
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En el Calder plaza ubicado en el 300 de la avenida Monroe NW en la ciudad de Grand Rapids. Una vez más se llenó de música, aromas y colores que representan a la comunidad hispana (mexicanos, puertorriqueños, guatemaltecos, hondureños, etc.) durante el festival hispano celebrado anualmente.
En su versión número “Cuarenta y Uno”, cientos de niños, jóvenes y adultos, llegaron a la plaza en el centro de la ciudad el pasado viernes, sábado y domingo, 10, 11 y 12 de agosto, para celebrar con comida, música en vivo y compañerismo.
Hermanas Jenny Villalvazo, de 11 años de edad y Ruth Villalvazo, de 17, disfrutaban de unas “Mangonadas” que compraron en el puesto del negocio Las Rocas Postres y Taquería. Tammy Kuipers, una “Piña Colada” de un tazón de fruta de piña que describió como “fantástico”, mientras que McKenzie Hall, de 4 años, seleccionaba un pastelito de una mesa bajo una carpa.
Bori Rubero, de Miami, Florida, cocinaba unas brochetas de pollo o “pinchos”, así son conocidas en su tierra natal de Puerto Rico. También las arepas (pan de maíz dulce) con queso, arroz con habichuelas, guineos, pernil y mucho más.
Entre otros grupos musicales que se presentaron en vivo, estuvo La Furia del Ritmo, el Ballet Folklórico de Detroit y Grupo Súper Nova el viernes, Grupo Bengala y Grupo Desafío el sábado, y Mariachi Oro y Plata el domingo para el tercero y último día de Festival Hispano 2018.
Los fondos recaudos durante el festival anual, sirven para que el Centro Hispano del Oeste de Michigan pueda continuar ofreciendo los programas y servicios de ayuda a la comunidad hispana.
Durante nuestra visita al evento, nos encontramos a Jorge Hernández, de la ciudad de Holland, quien buscaba un vestido tradicional mexicano para su nieta de 3 años de edad en un puesto de ropa en el festival.
“Vengo todos los años al festival”, dijo Hernández. “Ayer vinimos y bailamos todo el día, y hoy regresé de nuevo con mi esposa para disfrutar de la tradición mexicana, los bailables tradicionales y los mariachis”, agregó.
Brad Bush, sargento e integrante del Departamento de Policía de la Ciudad de Grand Rapids, también participó, regalando placas de juguete, información sobre la academia juvenil de policía y dulces a los niños que visitaban el puesto de GRPD.
“Nos gusta estar con la comunidad, saludar a las personas, y tener el contacto positivo con el público”, dijo Bush, añadiendo que esa iniciativa ayuda a establecer una buena relación con el público.