
Opinión por Héctor Loya
Desde hace varios años se ha visto en varias partes del mundo la fuerte necesidad de plantar árboles, y esto a causa de la deforestación, la contaminación y la rápida urbanización.
Todo mundo se queja de que hacen falta árboles y exigen rotundamente a los gobiernos que supla esa necesidad de plantar árboles, todo esto bajo el lema de que los árboles son fuente de oxígeno y sombra.
Sin embargo, el problema va más allá ya que de qué sirve el plantar árboles si no se van a cuidar, de que sirve si se van a plantar y sin agua y los cuidados necesarios estarán destinados a morir.
Muchos vivimos en lugares donde las alzas de temperatura nos hacen buscar de todo para mantenernos frescos, especialmente cuando el termómetro rebasa los estándares establecidos.
Esta situación siempre hace replantearnos porque hace tanto calor, pero sobre todo invita a indagar en posibles soluciones para hacer de esta temporada algo llevadero, el consenso es casi unánime, necesitamos más árboles.
Más allá de una vista agradable, la plantación de árboles se ha convertido en una cuestión de salud. Los golpes de calor cada vez son más comunes y mortíferos. Hasta la falta de árboles se traduce en falta de lluvias en varias regiones y todos estos escenarios tienen en común el mismo fenómeno que a la vez es causa y efecto, la desertificación y erosión de suelos por falta de áreas verdes.
En muchas partes no se tiene la conciencia de la importancia de los árboles, y no hay duda de que conforme las ciudades crecen los espacios de áreas verdes se achican, lo vemos en nuestros hogares, pero también en nuestra infraestructura, en las plazas comerciales observamos la misma dinámica, se sacrifican áreas comunes para poner estacionamientos que también pasan a ser áreas verdes para expandir sus negocios, quitando árboles y haciendo más precaria una situación de por sí ya grave.
Debemos plantar árboles, eso no es una novedad, lo que si debiese serlo es sembrar en la conciencia de que esto es una primera necesidad, y una vez que se plantan no es nomas dejarlos al hay se va, sino que hay que cuidarlos, regarlos, abonarlos, fertilizarlos, podarlos y hacerlos crecer hasta tal grado de que puedan dar abundante sombra y refresquen el planeta que tanta falta le hace.