Por Joel Morales
El Informador
SOUTH HAVEN, MI
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James McCloughan, de Bangor, Michigan, un héroe de la guerra de Vietnam, acreditado por haber rescatado a 10 soldados bajo fuego directo en mayo del 1969, recibió la Medalla de Honor (premio más alto y prestigioso otorgado) de manos del presidente Trump el 31 de julio. El pasado domingo llevaba la medalla colgada sobre su cuello en South Haven.
El veterano Paramédico de Combate, que sirvió en el ejército americano (US Army) de agosto del 1968 a marzo del 1970, sirviendo en Vietnam con la Compañía C del 3er Batallón de la 21ma Infantería, fue invitado a dar el discurso durante la inauguración de un muro dedicado a las 2,665 personas de Michigan que perdieron sus vidas en la guerra.
“Como Paramédico de Combate, estoy aquí como testigo de estos hombres que dieron sus vidas por la libertad, algo por lo que ustedes hoy no tienen que preocuparse”, dijo McCloughan. “Pude escuchar las últimas palabras de unos 50 soldados que perdieron sus vidas, a veces gritando y alucinando y llamándome por el nombre de sus madres o personas cercanas”, agregó.
Dijo que, en el último día de la guerra, un total de 1,148 soldados fueron muertos en la acción militar.
Sergio Orozco, de 72 años, quien sirvió con el Batallón de Ingenieros de Combate 299, del 1966 a 1967 en Vietnam operando maquinaria, integrante del Puesto #49 de la Legión Americana en South Haven, le dijo a El Informador que fue a desempeñar el trabajo que le correspondía en la guerra, pero que después de unos meses, realizó que no era lo que esperaba.
“Fue cuando empezamos a encontrarnos en guerra pesada, ataques y francotiradores”, dijo el veterano mexicano. “Empecé en un área de combate liviano, pero después de seis meses se desató un infierno, una de las peores y más viciosas batallas en Vietnam”, agregó.
Orozco dijo que la guerra y haber visto a muchos de sus “hermanos en combate” morir, le cambió la vida, de un humano a lo que hoy día son: “Personas viviendo tres vidas”.
“Estoy muy agradecido que regresé con vida, pero muy triste por todos los amigos, quienes nunca pudieron regresar a sus hogares”, también dijo el veterano mexicano. “Cuando pisé tierra de nuevo en el país, hubo muchos protestantes que nos recibieron, llamándonos nombres, pero parece que hoy día nos están aceptando. Muchos veteranos ya no somos iguales, hemos cambiado, nuestra salud no es la misma, muchos no pueden enfrentar la vida y otros padecen del suicidio”, agregó.
Dijo que la pared es para honrar a todos los hombres y mujeres del estado de Michigan que murieron en la guerra de Vietnam para que la historia los recuerde.
“Las personas cuyos nombres están grabados en esta pared, nunca morirán porque nunca los olvidaremos”, agregó.