Por Joel Morales
El Informador
GRAND RAPIDS, MI
[email protected]
Después de que un paquete sospechoso conteniendo una lista de lugares seleccionados para agresiones fue encontrado cerca de la ciudad de Detroit, una iglesia ubicada en el 47 de la avenida Jefferson SE en Grand Rapids, de inmediatamente tomó medidas de precaución y cerró sus puertas el martes, 14 de noviembre.
El cierre no solo incluyó el lugar de adoración, pero también sus oficinas, despensa y su ministerio de puerta abierta.
“El lunes (13 de noviembre) por la tarde, la policía le informó a la iglesia Westminster Presbyterian, que estaba en la lista de lugares señalados de atentados, juntamente con otras comunidades de fe, cuando un paquete sospechoso fue descubierto en Dearborn Heights, Michigan”, según subió la iglesia a su página de Facebook. “En discutir el incidente con la policía, como también la severidad de la amenaza, estamos teniendo cautela y cuidado del templo”, también informó la iglesia en su página.
Este reportero visitó a la iglesia ese mismo día, pero no encontramos ningún letrero mencionando el incidente, pero todas las puertas de la misma estaban cerradas con llave.
“Todavía estamos trabajando con varias municipales sobre la amenaza”, le dijo el teniente Patrick Merrill a este reportero el jueves, 16 de noviembre. “Cuando primero nos enteramos de la lista de lugares pensamos que pudiera ser una persona que no le gustan las iglesias, pero lo que nos extrañó de esta es que hay varias iglesias (en la lista) de distintas religiones y eso nos ha dejado rascándonos la cabeza”, agregó.
El teniente Merrill dijo que, en incidentes como el ocurrido el martes, los agentes buscan por cosas en común que pudieran darles pistas sobre quién está detrás de la amenaza, pero que en esta la lista de los lugares seleccionados para los atentados, no existe.
A la 1:23 de la tarde el jueves, 16 de noviembre, oficiales de la iglesia subieron una nota a su página de Facebook, donde decían que estaban muy contentos de informar que las autoridades federales como locales, creen que el incidente del lunes por la tarde no era una amenaza creíble.
Los oficiales les dieron las gracias a todos quienes mostraron su apoyo durante el incidente, y extendieron sus oraciones y buenos deseos a las comunidades de fe “que tienen que ligar con esto de muy a menudo”.
Al llamar a la iglesia el jueves por la tarde, un oficial que contestó el teléfono le dijo a El Informador que el santuario, como su despensa, estaban abiertos de nuevo.
