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Editorial por Hector Loya
En medio de un caos político y en un revuelo de comentarios en las redes sociales y periódicos digitales se vivió en la semana uno de los acontecimientos más polémicos a nivel nacional.
El martes 26 de febrero no dejo de sonar la noticia de que el periodista Jorge Ramos en compañía de un equipo de Univisión fueron deportados de Venezuela, luego de que una entrevista con el presidente Nicolás Maduro le resultara ofensiva tras mostrarle un video de jóvenes venezolanos tomando comida de un camión de basura.
Y es que además de esto y para colmo al mandatario venezolano tampoco le agrado la forma en que se le cuestionó sobre la falta de democracia en su país, sobre la tortura, los prisioneros políticos y la crisis humanitaria que se está viviendo en el territorio venezolano.
Tal vez el presidente Nicolas Maduro esperaba que la entrevista fuera muy diferente o que lo felicitaran por sus decisiones que orgullosamente cree las correctas, pero para ser sincero, que más se podía esperar después del sufrimiento, la represión y la violencia que se ve y vive día a día en un pueblo que solo busca la soberanía y libertad.
Ante esta situación los comentarios no se hicieron esperar en las diferentes redes sociales, algunos a favor y otros en contra, opiniones encontradas entre lo favorables y entre lo grosero.
Como periódico apelamos al sentido crítico y objetivo de que el señor Jorge Gilberto Ramos Avalos, colega de profesión periodista, solo realizaba su trabajo y lo que los medios y las personas debemos de entender es que la labor periodística muchas veces rebasa nuestros intereses personales para ir más allá cumpliendo como él una función humanitaria de defender al pueblo, y le pese a quien le pese debemos reconocer que se necesita de gran valor y muchos pantalones para ponerse de pie frente a un gobernante que es considerado “un tirano” y cuestionarlo cara a cara sabiendo que le podría costar incluso más caro que una deportación.
Los hechos hablan mas que mil palabras y se necesitaría más que unos comentarios negativos para manchar la trayectoria de un periodista que lleva en su acervo más de 30 reconocimientos y premios a nivel nacional e internacional. Además de eso se le agrega el hecho de haber entrevistado a figuras políticas y culturales como Barack Obama, George W. Bush, Fidel Castro, Hugo Chávez, Salinas de Gortari, el subcomandante Marcos, Carlos Fuentes, Mario Vargas Llosa, entre otros.
Así que a quien se atreva a llamarlo payaso, bufón, metiche o chayotero deberíamos pensarlo dos veces.
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