“Él no los mató intencionalmente. No culpo a nadie, fue un accidente y es todo, algo que pasó en la vida. Nadie puede juzgarlo más que Dios. (Alex) está bien… triste… y arrepentido”. – Palabras de María Cerda, madre de Alex Torrez a El Informador, el jueves, 30 de marzo.
Por Joel Morales
El Informador
KENTWOOD, MI
[email protected]
Alejandro “Alex” Torrez, quien apenas cumplió sus 17 años de edad el pasado sábado, apareció en la Corte de Distrito 62-B de la ciudad de Kentwood el jueves, 30 de marzo por video, en veces aparentando cargar con el peso del mundo sobre sus espaldas.
El joven mexicanoamericano escuchó los cargos de homicidio en el segundo grado en su contra, un cargo cada uno por la muerte de Tara Oskam, de 21 años, alumna de la universidad Calvin en Grand Rapids, y el otro por la muerte de su primo, David Torrez, de 16.
Fue la noche del 11 de marzo, que la policía dijo intentaba hacer un paro de tránsito, en el que el joven se detuvo brevemente, pero luego se dio a la fuga e inició la persecución policial que, de acuerdo con la sargento Denise Bentley, de la Policía Estatal, excedió las 100 millas por hora.
De acuerdo con las autoridades, la persecución empezó en la ciudad de Wyoming cuando el joven se salió de la autopista US-31 y manejaba hacia el este por la Calle 54, y que cuando llegó a la intersección de la avenida Broadmoor SE, no se detuvo y chocó con un auto conducido por Oskam, quien manejaba en dirección norte y lo que produjo una explosión y las muertes.
El Informador estuvo en la escena la noche del incidente mientras que integrantes de varios departamentos policíacas conducían la investigación del choque, y pudo ver a los vehículos que manejaban Torrez y Oskam casi irreconocibles, uno con la mitad completamente arrancada de su estructura y pedazos sobre el pavimento, uno de ellos hecho en una bola.
“Tienes el derecho de permanecer callado, cualquier cosa que digas podrá ser usada en tu contra. Tienes el derecho de la representación de un abogado, si no puedes contraer uno, se te asignará uno”, le dijo el juez William G. Kelly, para iniciar la audiencia judicial del hispano. “¿Entiendes tus derechos?”, también le preguntó, a lo que el joven hispano le contestó que sí.
En la galería del salón de corte de Kelly, unas dos docenas de familiares y amistades, entre ellos la madre del joven, se presentaron para apoyar al joven hispano. Unos estaban visiblemente angustiados mientras otros lloraron abiertamente cuando se le leyeron los cargos al hispano.
A la conclusión de la audiencia y a petición de una declaración, María Cerda, madre de Alex Torrez le dijo a El Informador: “Él no los mató intencionalmente. No culpo a nadie, fue un accidente y es todo, algo que pasó en la vida. Nadie puede juzgarlo más que Dios”.
Cuando le preguntamos que cómo estaba su hijo, y que, si lo había visitado en la cárcel, dijo que sí lo había visitado.
“Está bien… triste… y arrepentido”, dijo Cerda.
El abogado del hispano le pidió al juez una fianza de $250,000 pero el juez se lo negó y en lugar impuso una fianza de $1 millón. Al ser enjuiciado, Torres será tratado como un adulto.