San Diego (CA), 17 sep (ELINFORMADORUSA/EFEUSA).- Padres con orden de deportación y algunos ya repatriados tendrán opción de solicitar de nuevo asilo tras el visto bueno dado hoy por un juez federal a un acuerdo entre el Gobierno de Donald Trump y los demandantes en el caso de reunificación de 2.654 menores separados en la frontera con México.
El juez Dana Sabraw instruyó hoy a ambas partes a empezar a ejecutar el acuerdo cuanto antes, mientras emite «pronto» una decisión final a la espera de las objeciones del caso, que busca reunir con sus familias los restantes 437 menores que aún están en centros de detención de inmigrantes, según datos proporcionados a la corte.
Esta resolución puede beneficiar a cientos de padres que contaban con una orden de deportación, y además abre la puerta para que algunos de los inmigrantes que fueron repatriados sin sus hijos regresen a Estados Unidos para pelear su caso.
Durante la audiencia de hoy en la corte de San Diego (California), el juez Sabraw, quien preside las tres demandas colectivas entabladas a nombre de niños y padres separados, calificó la propuesta del gobierno como de «buena fe» al reconocer los derechos y dar oportunidad a este grupo de inmigrantes para que sus casos sean reconsiderados.
El Gobierno de Estados Unidos ha reunificado con sus padres a 2.217 de los 2.654 niños que separó en la frontera, en gran medida por la implementación de la política de «cero tolerancia» de Trump.
De 437 niños que continúan bajo cuidado de la Oficina de Reubicación de Refugiados (ORR), el Gobierno ha reconocido que cerca de la mitad (226) no regresará con sus padres, en su mayoría, porque éstos renunciaron a su derecho de ser reunificado con el menor.
En el caso de 114 padres deportados, hasta ahora la mayoría ha optado por no buscar la reunificación ya que prefieren renunciar a sus hijos a que regresen a las condiciones de violencia que aqueja a sus países de origen, de acuerdo con abogados de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), organización que representa a los demandantes.
Activistas defensores de derechos humanos lamentaron que hoy, cuando se cumplen 50 días desde que venció el plazo impuesto por el juez para la reunificación total de las familias, hay aún 437 niños separados de sus padres.
«Cada día que pasa y estos niños siguen separados, esto les va a causar un trauma a largo plazo o hasta de por vida», aseguró Benjamín Prado, activista del Comité de Amigos Americanos de San Diego.
Consciente de que el proceso ha demorado, el juez Sabraw urgió al Gobierno federal iniciar cuanto antes con la revisión de los casos, tomando en consideración que algunos de ellos se extenderán por semanas o meses.
De esta forma, este grupo de inmigrantes volverá a tener una entrevista ante autoridades del Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS) para comprobar «miedo creíble de persecución o tortura».
Los abogados que los representan han argumentado que la separación familiar había dañado emocionalmente a los solicitantes por lo que no pudieron presentar su caso de la mejor forma.
Una vez que el plan cuente con la aprobación final de la corte, el juez pidió que los abogados del gobierno presenten un informe cada semana, al considerar que el público tiene derecho de revisar el progreso en torno a estas peticiones de asilo.
Ante la insistencia de abogados del Departamento de Justicia (DOJ) sobre si esta resolución quitaría el freno a las deportaciones de familias recién reunificadas, Sabraw precisó que depende de que ambas partes lo consideren pertinente.
El freno fue impuesto por el propio juez para dar oportunidad de que buscarán asilo.
De llegarse al fallo final, se resolverían las tres demandas colectivas que fueron interpuestas por asociaciones civiles para interceder ante esta crisis humanitaria.
Sin embargo, el juez mantendría la supervisión tanto de las reunificaciones restantes como de la evaluación de cientos de solicitudes de asilo político.