Por: Roger Rivero
Hace unos años, escribiendo un artículo sobre el éxito de las camionetas de Toyota con el consumidor estadounidense, citaba una anécdota que mi difunto padre me contaba sobre como los japoneses habían desarrollado vertiginosamente su país en ruinas luego de la segunda guerra mundial. Según él, los japoneses enviaron ingenieros y diseñadores a Estados Unidos camuflados de turistas o periodistas, los que absorbieron y en parte copiaron cuanto avance tecnológico pudieron atisbar.
Con los años he comprobado que algo genuino había en su narrativa. Hoy día, los coreanos han ido un paso más allá. Apostando fuerte por sus autos, han logrado que figuras relevantes de otros fabricantes “deserten” y pasen a las filas de Hyundai y Kia. El más notorio de todos es Peter Schreyer, un alemán en buena parte responsable por el diseño de uno de mis coupés preferidos, el Audi TT. No ha sido el único. En el 2015, Albert Biermann, el jefe de la división de alto rendimiento de BMW, también dejo el Rinderroulade y la buena cerveza, por el Kimchi y el licor Shju. A Albert, mucho se le debe el auto que reseñamos esta semana, el Kia Stinger.
El Stinger, se robó la pasarela cuando apareció en la 2017 Auto Show de Detroit, Michigan. El primer auto con tracción trasera del fabricante combina elementos de diseño de sedan, coupé y hatchback, y equilibra las capacidades de un sedán deportivo con las de un cómodo gran turismo o GT. Mirando sin sonrojo a los rivales alemanes, este Kia parece resemblar el júbilo de un mozo, capaz de lograr por primera vez alguna proeza de un adulto: Miren, ¡lo he hecho! parece decir…y sí que lo ha hecho…y de buena forma.
Bajo el alargado capo hay un motor turbo de 2.0 litros y cuatro cilindros o un V-6 doble turbo de 3.3 litros. El 4 cilindros tiene una potencia nominal de 255 caballos, mientras que el V-6 utilizado en el Stinger GT, viene con impresionantes 365 caballos y 376 libras de torque. La única transmisión es una automática de 8 velocidades, y se incluye un par de paletas de cambio montadas en el volante, las que utilicé con frecuencia en excitantes paseos por carreteras llenas de curvas en los alrededores de mi ciudad.
Stinger GT es rápido, se maneja excelentemente y, sobre todo, es muy divertido. Es uno de esos autos que, cuando lo pruebas por primera vez y tiras con fuerza en una esquina, te ponen una sonrisa en el rostro. La sensación de la dirección es considerable, firme y sólida, y el auto en sí, se siente ágil e increíblemente controlado, demostrando que más de 1,000 horas de prueba en el circuito de carreras de Nürburgring Nordschleife Alemania, no fueron en vano.
A pesar de no ser un coche pequeño se siente algo apretado por dentro. Los pasajeros en la parte trasera llevaran la peor parte, con un techo bajo que limita la visibilidad, consecuencia del propio estilo del auto. Sin embargo, el conductor se lleva la mejor parte, con una excelente posición del asiento que además es cómodo. El diseño de los controles es muy ergonómico, demostrando que este es un auto pensado con el conductor en mente.
La cabina del Stinger enseña mejor lujo que algunos de sus competidores. Los materiales son generalmente de alta calidad, con superficies suaves al tacto que dominan la cabina, aunque se pueden encontrar algunos plásticos más baratos esparcidos aquí y allá. Cada Stinger viene con tapicería de cuero, y el cuero de Napa más suave, es estándar en terminados superiores.
El sistema de info-entretenimiento, liderado por la última versión del UVO de Kia, es como un soplo de aire fresco comparado con lo complejo y poco instintivo de sistemas similares, como los encontrados en Lexus. Viene con menús sencillos, y de buen tamaño, algo que es importante a la hora de operarlos mientras se conduce, y la selección de los botones físicos redundantes tienen buena ubicación para permitir a los conductores acceder a una variedad de controles como los de audio o clima, sin apartar la vista de la carretera. Los extras como Apple CarPlay y Android Auto se añaden a la facilidad de uso del Stinger. Para un impulso adicional, el sistema de sonido envolvente Harman Kardon de 15 bocinas puede que complazca hasta los más rigurosos.
El equipo de seguridad estándar del Kia Stinger, incluye sensores de estacionamiento delanteros y traseros y una cámara de vista trasera. En todos los modelos está disponible por un costo extra, la advertencia de colisión delantera con detección de peatones y frenado automático, advertencia de cambio de carril, asistencia de mantenimiento de carril, advertencia de somnolencia del conductor, luces altas automáticas, monitoreo de punto ciego, alerta de tráfico cruzado trasero, control de crucero adaptativo con funcionalidad de parada y avance, y limpiaparabrisas con sensor de lluvia.
El Kia Stinger base cuesta $ 31,900 dólares, y viene con un motor de cuatro cilindros de 2.0 litros turboalimentado y tracción trasera. Es secundado por el Stinger Premium en los $ 37,100, y le adicionan un techo corredizo, una pantalla táctil de 8 pulgadas, navegación y el sistema de sonido Harman Kardon entre otras adicciones. El más alto es el GT, que a su vez tiene 3 versiones, GT, GT1 y GT2 cada una con mayores adiciones de lujo y rendimiento hasta llegar a los $43.250.
El Stinger es un auto con un paquete bastante completo. El potente motor y su chasis ultra competente se combinan bien entre sí, ofreciendo un equilibrio que, a menudo, es difícil de alcanzar en autos modernos. Es lo suficientemente rápido como para ser respetado, lo suficientemente fuerte en las curvas para poder presumir con algunos de los mejores, y animar a su conductor a superar los límites. Lo mejor es que, para encontrar toda esta satisfacción en un BMW o un Mercedes, varios meses más de sueldo tendrían que ponerse sobre la mesa de negociación en el concesionario. Lo peor…que todavía muchos no pueden deshacerse de su “esnobismo de marca”.
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Roger Rivero es un periodista independiente, miembro de NAHJ, la Asociación nacional de periodistas Hispanos y de NWAPA, la Asociación de periodistas automovilísticos del noroeste. Los vehículos son proporcionados por los fabricantes como préstamo por una semana para fines de la reseña. De ninguna manera los fabricantes controlan el contenido de los comentarios.