
Washington, 9 abr (ELINFORMADORUSA/EFE).-
La Casa Blanca anunció este martes oficialmente que el presidente estadounidense, Donald Trump, se reunirá el 14 de abril con su homólogo salvadoreño, Nayib Bukele, quien se ha convertido en uno de sus aliados más cercanos al encarcelar en su país a migrantes expulsados por Washington.
«El 14 de abril, el presidente Trump recibirá al presidente Bukele de El Salvador en una visita oficial de trabajo. Discutirán la colaboración salvadoreña en el uso de su prisión de máxima seguridad para miembros de las pandillas Tren de Aragua y MS-13», anunció en rueda de prensa la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt.
La portavoz afirmó que las acciones de El Salvador en materia migratoria se han convertido en un «modelo» de cómo otros países pueden colaborar con la Administración estadounidense.
Un alto funcionario estadounidense ya había confirmado el pasado 3 de abril a EFE que la reunión entre Trump y Bukele tendría lugar el 14 de abril, en la que será la primera visita oficial de un mandatario latinoamericano a la residencia presidencial desde el regreso de Trump al poder el pasado 20 de enero.
El mandatario estadounidense ya se ha reunido con otros jefes de Estado de América Latina desde su regreso a la Presidencia, pero lo ha hecho sin concederles el honor de la Casa Blanca, recibiéndolos en su residencia privada de Mar-a-Lago (Florida).
El 2 de abril, Bukele compartió en la red social X una carta firmada por Trump en la que se formalizaba la invitación oficial.
En dicha misiva, Trump agradecía a Bukele su apoyo en la lucha contra la inmigración ilegal y destacaba su disposición a utilizar el Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot) para encarcelar a migrantes expulsados de Estados Unidos, a quienes Washington acusa de pertenecer a la MS-13 y al Tren de Aragua.
El envío a El Salvador de migrantes presuntamente vinculados a bandas criminales ha provocado duras críticas de organizaciones defensoras de derechos humanos, como Human Rights Watch, que cuestionan la legalidad de esas expulsiones y advierten de que los deportados podrían sufrir graves abusos. EFE